Maluma inaugura la ola de calor en el WiZink Center
El artista colombiano reúne a 15.300 feligreses en un concierto que forma parte de su gira 'Papi Juancho Europe Tour 2022'.
9 julio, 2022 12:39Maluma (Medellín, 1994) saltó al escenario con más de media hora de retraso, pero eso poco importó a Iván Espinosa de los Monteros, portavoz de Vox en el Congreso de los Diputados y Rocío Monasterio, portavoz de dicha formación en la Asamblea de Madrid, que pudieron disfrutar de un perrito caliente desde sus aposentos VIP. Los líderes del partido de ultraderecha se abstuvieron en todo momento de levantar las manos cuando el cantante colombiano lo pedía: un mal ángulo, un TikTok desafortunado o un tuit con mala leche podrían haber cambiado su porvenir. "Manos arriba todo el mundo", y nada, momias del British Museum.
Aunque ninguno de los dos sabía perrear, sí consiguieron desengrasar sus muñecas con el mítico movimiento del helicóptero -como en los viejos tiempos- y dando pasos de salsa en el espacio permitido entre sus butacas. Una pena que saliesen antes del final, pues se perdieron al artista con un elemento que marca gran parte de su programa electoral: la bandera de España.
Entre celebridades de TikTok -Marta Díaz- y del esférico -Saúl Ñíguez-, 'Papi Juancho' levantó durante más de hora y media a 15.300 asistentes que abarrotaron el WiZink Center de Madrid. Por no olvidarnos de los seguidores de las mini celebridades nacionales, que retransmiten el minuto y resultado del evento como si estar presentes en el allí y el ahora no fuese suficiente. Mientras el colombiano interpretaba uno de sus temas más conocidos, Felices los cuatro, los influencers inspeccionaban con probeta su galería de imágenes buscando su mejor ángulo. Ya la escucharán en Spotify, suponemos.
Más rezagados estaban Sofía Suescun y Kiko Jiménez, personalidades televisivas del universo Mediaset que no quisieron declinar la invitación. Con toda probabilidad, alguno de los temas de Maluma será una de sus canciones de boda, si es que terminan entonando el 'sí, quiero'. En la zona de asientos exclusivos no faltaron caras que copan la portada de la revista Hola cada miércoles, aunque resultase complicado identificarlos debido a sus espléndidas y diversas personalidades.
El conglomerado de fans del artista era tan estridente como un cuadro de Jackson Pollock: líderes de ultraderecha, futbolistas, exponentes del universo de las redes sociales, niños, casados, solteros, entregados al reggaetón -y otros no tanto-, jóvenes enamoradas de los rasgos físicos del colombiano, novios desquiciados por la fortuna genética del artista y grupos de mujeres que cambiaron la entrada de la discoteca 'Posada de las ánimas' por el concierto, aunque sólo fuese por una noche.
El cantante, emocionado al ver que el público coreaba sus grandes hits al unísono, dedicó unos minutos del espectáculo para dar las gracias: "Los amo como un hijueputa mi gente", dijo. "Yo tengo los mejores fanáticos del puto mundo", incluso en los "momentos en los que la prensa hablaba mal de mí", añadió.
Tampoco faltó el momento telenovelesco propio de un latino autóctono: un speech de varios minutos, con miradas al cielo incluidas, para dar las gracias a Dios por sus "bendiciones" y por ser superviviente "del fucking Covid", motivo que le obligó a retrasar su gira. Pese a que el colombiano ya abarrotó el recinto el pasado 5 de abril en el marco del mismo tour, el WiZink no dudó en repetir la experiencia. Las segundas veces también pueden ser buenas.
"Maluma, te dejo besar a mi novia sólo hoy", escribió un joven en un cartel. "Yo soy su novia", añadió ella con otra pancarta, buscando la mirada cómplice del artista. Los sujetadores volaban al escenario como en los viejos tiempos, para que luego los boomers digan que la música de ahora no suscita la misma pasión que la de antes. Con un collar en forma de pantera incrustado en diamantes, Maluma movía las caderas de lado a lado del escenario, estrenando un pelo rosa chicle que hizo suspirar a los allí presentes. Las parejas certificaron su soltería esa noche.
Hawái (con bis incluido), Borró Cassette o Vente Pa'ca: el WiZink fue una fiesta que confirmó que el reggaetón se corona como género líder en España. Maluma cambió el escenario principal por una plataforma pequeña en el centro de la pista que se iluminaba con estampados propios de una tienda de Desigual. Desde ahí, el cantante pidió a una fan que subiera para bailar con él. La envidia se convirtió en el pecado capital más compartido en las gradas.
El grito colectivo se produjo con Chantaje, una de sus canciones más exitosas que interpreta junto a Shakira. En la estrofa de su compatriota de Barranquilla, una voz femenina resonó en los altavoces. La emoción se palpó, ¿estaba aquí? ¿Tenía un as guardado en la manga? Finalmente, se trataba de una de sus coristas.
Maluma hizo disfrutar al recinto con un balance justo de latineo y de interacción con el público. "Madrid os amo con cojones", recitó entre aplausos. Una frase que los artistas reproducen en todos sus conciertos, pero que parecen únicas cuando se personalizan para la ciudad en la que actúan. Con cambio de outfit incluido, pues ahora también acude a la Semana de la Moda parisina, intuímos que algo se le ha tenido que pegar tras haber conocido a Kim Kardashian.
La diversión fue el ingrediente principal de un concierto que lo tuvo todo: fuegos artificiales, confetti, sudor, calor corporal y música. Tú dices Maluma, yo digo baby.