La responsabilidad social y el compromiso con el medioambiente son dos de los pilares que sustentan a las empresas que pretenden ejercer un impacto positivo en la sociedad al margen de su propia actividad. Por eso, cada vez con más frecuencia se percibe un énfasis mayor en poner de relieve aspectos intangibles que aportan un valor añadido y contribuyen a hacer una sociedad mejor.
Las posibilidades –y las responsabilidades- crecen de forma proporcional al tamaño de la empresa. Son las grandes las que ofrecen un campo de actuación más amplio y, al mismo tiempo, las que ostentan un potencial más significativo para poner en marcha ideas y planes estratégicos que vayan en la dirección adecuada y en varios frentes. Es uno de los argumentos para que Telefónica haya priorizado esta filosofía en la puesta en práctica de su plan estratégico, un marco con el que evalúa sus compromisos con la sociedad y el planeta para que se ajuste a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) definidos en la Agenda 2030 de Naciones Unidas.
Los ODS se han incorporado al debate social y son muchas las entidades que han asumido el reto de incorporar prácticas que se ajusten a ellos. Desde el año 2015, y con el horizonte puesto en 2030, sus propuestas, que abarcan prácticamente todos los ámbitos de la actividad humana, suponen “un llamamiento universal para poner fin a la pobreza, proteger el planeta y garantizar que para el 2030 todas las personas disfruten de paz y prosperidad”, según Naciones Unidas. Se trata de 17 epígrafes en los que cada empresa puede identificarse con alguno… o con varios, ya que el planteamiento con el que están elaborados permite la integración y el ‘ataque’ simultáneo a varios de ellos.
El primer paso para ponerlos en práctica, por tanto, es saber identificar en qué apartado se puede generar un mayor valor y utilidad. En el caso del Grupo Telefónica, el análisis de la situación ha permitido a la compañía centrarse en tres grandes ejes de actuación: contribuir al progreso de la sociedad a través de la digitalización; generar confianza mediante un liderazgo; y construir un futuro más digital pero siempre desde el punto de vista sostenible, más verde.
Conectividad responsable
Por todo ello, el ODS que más se ajusta a su actividad es el número 9, dedicado a la ‘Industria, innovación e infraestructura’. Es en este ámbito en el que Telefónica lleva a cabo su mayor contribución gracias al despliegue de infraestructuras de comunicaciones y la preocupación constante por la innovación y el emprendimiento como base de estos logros. Además, ha priorizado el que estas instalaciones se materialicen de forma sostenible y, por supuesto, atendiendo a criterios de calidad y capacidad de resiliencia ante los grandes retos globales.
Al mismo tiempo, la puesta en servicio de estas redes permite también dar un paso adelante en cuanto a digitalización y conectividad inclusiva, favoreciendo las posibilidades de comunicación de las personas y, en definitiva, de mejorar su calidad de vida. Hablar con los seres queridos que están lejos, estudiar a distancia, trabajar, hacer todo tipo de gestiones…
Gracias a la tecnología se ha entrado en un nuevo paradigma en el que las distancias son más pequeñas que nunca. Por eso, el grupo Telefónica puede presumir de haber generado más de 369 millones de accesos en todo el mundo, incluidas más de 13.000 comunidades rurales, otro de los ámbitos en los que más hincapié está haciendo la empresa, a través de proyectos como el de Internet para Todos: su compromiso es que para 2024 pueda elevar esta conectividad en estas zonas de sus principales mercados desde el 90% actual al 97%.
En paralelo, Telefónica también está impulsando la última tecnología para profundizar en la experiencia de conexión. Al hablar de fibra hasta el hogar (FTTH), el Grupo alcanza los 55,8 millones de unidades inmobiliarias, con un crecimiento del 17%, lo que la convierte en la red más extensa de toda Europa, solo superada por las operadoras de China. Además, la tecnología 5G también ha recibido un impulso considerable en sus principales mercados, donde la tasa de cobertura es cada vez mayor (en España, por ejemplo, supera el 81%).
Más oportunidades para todos
Pero disponer de los medios no es suficiente para Telefónica. Por eso, otro de los objetivos del Grupo es el de impulsar las grandes oportunidades que la tecnología puede ofrecer a la mayoría de las personas. En esto se puede hablar de la implicación de las propuestas de la compañía con los ODS 8 y 4, los dedicados al ‘Trabajo decente y crecimiento económico’ y ‘Educación de calidad’, respectivamente.
Se trata de apostar por fomentar el aprendizaje de las competencias digitales adecuadas para hacer un uso efectivo de los servicios digitales y contribuir a la empleabilidad. Tanto Telefónica como su Fundación han puesto en marcha iniciativas en este sentido, como Campus 42 o Conecta Empleo. Además, el pasado año también se anunció la creación de un Hub de Innovación y Talento en Madrid que pretende reducir las desigualdades en el ámbito digital y generar puestos de trabajo. La inversión estimada para poner en marcha este centro es de 100 millones de euros hasta 2024.
Y estas opciones de formación no son las únicas, ya que la empresa también impulsa diversos programas de emprendimiento como Telefónica Venture Capital o Wayra, gracias a los cuales se puede favorecer que el talento joven permanezca en nuestro país.
Mejorar las prácticas en la red
Muy relacionado con todo este contexto se sitúa la colaboración con el ODS 16, mediante el cual se intenta ‘Mejorar la confianza mediante un uso ético y responsable de la tecnología’. Con ello se persigue imponer unos principios éticos de negocio responsable estrictos y en los que la privacidad y la seguridad de la información de todas las partes quede garantizada. Esta ambición ha obtenido el reconocimiento internacional que otorga el Digital Inclusion Benchmark (DIB), elaborado por la World Benchmarking Alliance, una entidad que analiza el aporte de las 150 empresas tecnológicas en la tarea de promover una sociedad digital más inclusiva.
En el aspecto social, otra de las prioridades es la del fomento de la igualdad y la diversidad dentro de la compañía, un objetivo que se identifica con el ODS 5, ‘Igualdad de género’. Con ello se pretende normalizar la inclusión como un elemento clave para conectar el talento y, con ello, el crecimiento de la empresa. La meta es que, para 2024, el 33% de los puestos ejecutivos pertenezcan a mujeres, y la brecha salarial se ajuste en torno al 1%, con la meta a medio plazo de que este concepto haya pasado a la historia en 2050.
Esta apuesta por la inclusión y la igualdad, además, se manifiesta no solo en el quién, sino también en el qué, ya que el Consejo Global de Diversidad del Grupo aboga por una cultura inclusiva en la que los empleados puedan aportar sus opiniones con total libertad.
Por todo ello, Elena Valderrábano, directora Global de Sostenibilidad de Telefónica, afirma que “en Telefónica estamos convencidos de que promover un equilibrio entre la vida personal y laboral, además de tener un impacto directo sobre la satisfacción, compromiso y productividad de los empleados, es un requisito indispensable para reducir y eliminar la desigualdad de género. Solo lo conseguiremos si logramos un cambio cultural tanto entre nuestros empleados como en las sociedades en las que operamos”.
Firme apuesta por la sostenibilidad
Por supuesto, el medioambiente también está muy presente en todo el ecosistema de actividad del Grupo Telefónica. Se trata de una apuesta clara por impulsarla en todos los frentes, algo de lo que todos nos podemos beneficiar. Es un asunto capital en la Agenda 2030 y por eso estos aspectos están muy presentes en varios de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas. En base a lo que estipulan los ODS 7, 11 y 13 (‘Energía asequible y no contaminante’, Ciudades y comunidades sostenibles’ y ‘Acción por el clima’), la compañía ha situado la descarbonización como uno de los pilares de su marco de actividad.
En este paradigma ya hay datos que hablan de este fuerte compromiso, como la reducción del 70% de sus emisiones de carbono por el uso de energías renovables o la incorporación de tecnologías más eficientes. Son números que apuntan a las cero emisiones netas en toda la cadena de valor de la empresa para 2040 lo que, según el Grupo, supone la reducción efectiva de, al menos, el 90% de todas sus emisiones y la neutralización del resto a través de créditos de carbono de alta calidad.
A día de hoy, Telefónica usa energía 100% renovable en su consumo eléctrico en Europa así como en Brasil o Perú. Además, está ofreciendo soluciones digitales Eco Smart en las que el factor medioambiental es estratégico. Gracias a ello, el pasado año se consiguió evitar 8,7 millones de toneladas de CO2 en nuestros clientes.
En paralelo también se ha hecho un esfuerzo para impulsar la economía circular en todas las fases de su cadena de valor. Se trata de dar una nueva vida a los residuos que se generan bien mediante la reparación o el reciclaje, o como materia prima para otro tipo de productos. Así, en 2021 se lograron reutilizar casi cinco millones de equipos electrónicos y se reciclaron hasta el 98% de sus residuos.