Once personas que viajaban en un AVE de Madrid a Málaga para celebrar una despedida de soltero han sido condenadas a pagar los 7.676 euros que Renfe tuvo que abonar a los 216 pasajeros, en concepto de indemnización por el compromiso de puntualidad,. que resultaron afectados por la casi media hora de retraso por su "comportamiento descontrolado" y por negarse a bajarse del tren.

El juzgado de primera instancia nº 43 de Madrid afirma que el 6 de julio de 2019 estos 11 individuos "alteraron de manera cada vez más intensa el orden dentro del tren, gritando, cantando y golpeando las paredes del tren, haciendo caso omiso de las indicaciones y llamadas de atención del personal" durante la celebración de una despedida de soltero. 

Esos jóvenes se negaron a abandonar el tren en la estación de Córdoba a petición del interventor, que hizo uso del artículo 90 del Reglamento del Sector Ferroviario, que le da luz verde para apear a los viajeros que alteren el orden o pongan en peligro la seguridad del transporte. 

Sin embargo, una vez el AVE llegó a la ciudad de Córdoba, estas 11 personas se negaron a bajar y persistieron su actitud trasladando la fiesta a la cafetería del tren donde "se encontraban bebiendo, bailando, cantando y gritando a todo volumen y de manera descontrolada". 

Policía Nacional

Ante esta negativa, el interventor tuvo que llamar a la Policía Nacional, que desalojó al grupo. La sentencia destaca que lo que determinó la demora fue "la necesidad del auxilio de la Policía Nacional para lograr que los codemandados bajaran del tren".

Por ello, el fallo considera más queda acreditada la responsabilidad civil de estas 11 personas y exime de culpas a Renfe alegando que "no está obligada a contratar personal de seguridad, ni puede cerrar la cafetería en perjuicio de otros viajeros, ni puede determinar, al tiempo en que se adquiere un billete de tren, si los viajeros tienen intención de celebrar algún evento en el interior del AVE". 

Así, Juzgado de primera instancia nº 43 de Madrid les condena a abonar íntegramente a Renfe los más de 7.600 euros que la compañía tuvo que desembolsar por el retraso del tren, a razón de unos 700 euros por cabeza.