Cuando se sufre una enfermedad crónica el paciente puede llegar a sentirse desamparado, solo, incomprendido o desinformado. Es una situación muy dura: vivir con una patología para toda la vida, lo que siempre repercute irremediablemente en la calidad de vida de las personas. El poder contar con comprensión, apoyo, información e, incluso, compartir tiempo y actividades con personas en la misma situación, ayuda al paciente a mantener una vida activa, lo que es crucial en estas situaciones, y a sentirse comprendido y escuchado.
Por eso, las asociaciones de pacientes tienen un papel clave en esta realidad. Se trata de entidades sin ánimo de lucro formadas por personas físicas o jurídicas que se agrupan en torno a los problemas derivados de una enfermedad concreta que les afecta. Su labor se podría resumir en estos puntos: creación de plataformas de intercambio de comunicación, información y formación para los pacientes; promoción de la investigación; oferta de recursos asistenciales como el psicológico o el jurídico; divulgación y sensibilización mediante actividades diversas y campañas; y, por último, participación en la política sanitaria.
El sector farmacéutico en general es muy consciente del papel de estas asociaciones y de sus necesidades, las cuales se hicieron mucho más 'fuertes' durante la pandemia, apareciendo iniciativas que beneficiaron a estos colectivos, como fueron campañas de concienciación y prevención ante el coronavirus. Pero a día de hoy no pueden caer en el olvido. En ello incidió precisamente Antonio Mingorance, presidente de Bidafarma, en el encuentro La ruta del medicamento hasta su llegada al paciente, celebrado en el centro logístico de la farmacéutica, en Madrid, el pasado 16 de noviembre.
Iniciativas que no pueden caer en el olvido
Junto a él, en el encuentro participaron Manuel Martínez del Peral, presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid; Elena Mantilla, directora general de Inspección, Ordenación y Estrategia de la Comunidad de Madrid; e Ignacio Pérez, director de la división de Relaciones con la Industria y Comunicación de Bidafarma. El objetivo principal de todos ellos y, así lo comunicaron, es el cuidado responsable de la salud de estos pacientes y establecer alianzas estratégicas que faciliten la obtención de resultados en materia de salud.
Desde Bidadarma tienen un diálogo constante y fluido con las asociaciones de pacientes y, desde la pandemia, lo reforzaron todavía más. Así, incluir la acción social en su estrategia corporativa es una realidad.
Por eso, este encuentro celebrado en Madrid también contó con representantes de diferentes asociaciones esenciales para garantizar una mayor calidad de vida al paciente: la Confederación Española de Alzheimer, la Federación Española de Daño Cerebral, la Federación Española de Diabetes, la Federación Española de Enfermedades Raras y la Federación Española de Párkinson. Así, por un lado, se dio a conocer la labor que se realiza desde el sector farmacéutico en beneficio de los pacientes y, por otro, quedaron claras las demandas de las entidades allí presentes.
Después del encuentro, estas asociaciones visitaron las instalaciones logísticas de Bidafarma, pudiendo conocer cómo funcionan y lo importante que es la labor de los almacenes de distribución en el valor del medicamento.
Este evento no es algo excepcional o puntual por parte de la farmacéutica. No son pocas las iniciativas que llevan a cabo asiduamente con el bienestar del paciente como fin, de ahí su trabajo habitual con las asociaciones de pacientes: firma de convenios de colaboración, decálogos sobre la enfermedad o jornadas técnicas y formativas para visibilizar el papel del farmacéutico en la atención de personas con esas patologías.