En España hay más de 4,3 millones de personas con discapacidad, según cifras del Instituto Nacional de Estadística (INE) correspondientes a 2020, de los que 1.933.400 están en edad de trabajar (de 16 a 64 años). Entre ellos y si nos centramos en el empleo, el número de activos que están trabajando en la actualidad es de 663.900, cifra que aumentó en 25.300 (un 4%) respecto al 2019, mientras que la de activos sin discapacidad disminuyó un 1,6%. Datos que revelan que la importancia de fomentar la inclusión social, académica y laboral de estas personas está cada vez más en el punto de mira de las sociedades occidentales y de las empresas tanto públicas como privadas. La diversidad siempre es sinónimo de garantía de éxito y caminar hacia la igualdad de oportunidades en todos los ámbitos hace que las sociedades progresen adecuadamente. Pero todavía queda mucho por hacer.
La historia de Pablo Ron, uno de los jóvenes con discapacidad visual que forma parte de la población activa que apuntábamos al comienzo, es muy inspiradora. Él es el perfecto ejemplo de constancia y superación y de que tener una discapacidad no significa no poder llevar una vida normal y triunfar académica y laboralmente.
Pablo está a punto de comenzar a trabajar en el área de Banca de Inversión de Santander España, logro que ha conseguido a través de su participación en el Santander Summer Internship Program, organizado por Banco Santander a través de Fundación Universia, que ofrece 32 becas para aprender y conocer soluciones innovadoras que impactan en sus clientes y en la sociedad y en el que los elegidos forman parte de un equipo con el que aprenden a poner en práctica sus conocimientos.
"Después de mi experiencia de prácticas de verano junto a ellos, no tengo ninguna duda de que este es el lugar perfecto para mi, no solo para empezar a desarrollar mi carrera, sino también para continuarla más a largo plazo. Estoy deseando que llegue el mes de septiembre para poder dar lo mejor de mí nuevamente y continuar aprendiendo y alcanzado grandes retos junto a todo el equipo", explica Pablo.
Todos ganan con la inclusión
Y es que Pablo ya sobresalía desde que comenzó sus estudios en este sector. Apasionado de las finanzas, la contabilidad, las inversiones y la banca, terminó el Bachillerato con una nota media de 9, estudió en la Universidad de Michigan y concluyó el doble grado con un importante número de menciones y honores que ahora forman parte importante de su curriculum. "Santander CIB (Corporate & Investment Banking) ha sido para mí siempre una prioridad, debido a la posibilidad de poder trabajar en transacciones de M&A (fusiones y adquisiciones de empresas) que cruzan las fronteras españolas pero, a la vez, poder realizar todo esto desde Madrid. Además, CIB está teniendo un increíble crecimiento en la banca de inversión y creo que era muy buena opción para poder desarrollar mi carrera profesional junto a ellos al mismo tiempo que me aportaría mucho para continuar impulsando este crecimiento y poder ser partícipe del proceso en el que Santander CIB se convierta en un referente en banca de inversión a nivel internacional, pudiendo competir en igualdad de condiciones con los grandes bancos de inversión americanos y europeos", afirma Pablo.
Él es una excepción en España, donde solo el 0,6% de las personas con discapacidad llega a estudiar Formación Profesional superior y poco más del 1,4% acude a la universidad, según los últimos datos del Ministerio de Educación.
Sin embargo, no es una cuestión de incapacidad. Ponerse a estudiar es lo de menos. Se necesitan muchos apoyos tanto de movilidad como de comprensión o a la hora de tomar apuntes, por ejemplo. Apoyos que, en general, pierden al terminar la Secundaria (el transporte escolar o poder contar con un profesor como ayuda extra en casa).
"Fundación Universia junto a Banco Santander realizan una excelente labor en acompañar a las personas con discapacidad a la hora de incorporarse al banco para cubrir todas las necesidades que puedan tener así como para intentar ofrecer igualdad de oportunidades a la hora de realizar un proceso de selección, viendo posibles adaptaciones que puedan ser necesarias y guiando al candidato a través de las diferentes etapas. La tecnología ha jugado un papel fundamental para que las personas con discapacidad visual puedan realizar el trabajo prácticamente en igualdad de condiciones que otras personas. Sin embargo, desafortunadamente en algunas situaciones y especialmente para trabajos que requieren de alta cualificación, aún existen grandes trabas a la hora de hacer procesos de selección que brinden igualdad de oportunidades", describe Pablo.
Una vez llegan a superar esta barrera, terminan sus estudios y acceden al mercado laboral, como ahora está a punto de sucederle a nuestro protagonista en Santander España, todo son beneficios que igualmente repercuten en la empresa, aunque muchos todavía no sean conscientes: más talento y nuevas ideas, aumenta la capacidad de empatía y contribuye a que los empleados aprendan unos de otros para estar más unidos como equipo y así obtener mayores beneficios, mejora la reputación de la marca frente a sus competidores por ese compromiso social, da visibilidad a colectivos que lo necesitan y suelen ofrecer mejor servicio a todos sus clientes, entre los que siempre se encuentran personas con discapacidad.
En este contexto, existen iniciativas y compañías que trabajan desde hace años por incorporar a personas con discapacidad en sus plantillas y en el mercado laboral en general, como es el caso de Banco Santander. En su agenda siempre está presente el apoyo al talento de colectivos en riesgo de exclusión a través de su compromiso con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas: Garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad (el cuarto) y Promover el crecimiento económico inclusivo y sostenible, el empleo y el trabajo decente para todos (el octavo).
Solo en 2022, más de 1.600 personas con discapacidad fueron beneficiarias de los distintos programas internacionales de becas, mentoring y acceso a prácticas formativas y empleo que tienen en marcha en la entidad bancaria, a través de Fundación Universia, y que persiguen mejorar las habilidades y desarrollar nuevas competencias en estos colectivos.