Redactora de Política SEO y Crónica Vasca

Las redes sociales ardieron este miércoles con la noticia de la nueva maternidad de la actriz Ana Obregón, por segunda vez, por gestación subrogada. Motivo por el que se ha abierto un debate en España: ¿comprar bebés es moralmente correcto?

Decenas de usuarios de Twitter se posicionaron en contra de esta práctica por diferentes motivos: porque la actriz no tardaría en morir y dejar a una menor sin su madre tan pronto es doloroso, porque la gestación supone la explotación del cuerpo de la mujer y porque el embarazo es un proceso complejo que afecta a la salud, entre otras razones. Muchos de ellos se alegraban de que la gestación subrogada lleve prohibida en España desde 2006.

Partidos como Unidas Podemos y PSOE se han opuesto a esta práctica. Cabe mencionar que la nueva Ley del Aborto que aprobó su Gobierno la entiende como violencia contra las mujeres.

Vox tampoco está a favor, pues ya explicaba en su programa electoral las 100 medidas para la España viva que buscaba su prohibición y “toda actividad que cosifique y utilice como producto de compraventa a los seres humanos”. El Partido Popular, sin embargo, mantiene otra postura, ya que apuesta por una regularización de la gestación subrogada, pero no quiere que haya una transacción económica.

¿Qué es la gestación subrogada?

A la gestación subrogada también se le conoce como vientre de alquiler. Es una técnica de reproducción asistida con la que una mujer lleva el proceso completo de un embarazo y alumbra a un bebé para un individuo o pareja.

[Irene Montero y el PSOE, en contra de la gestación subrogada de Obregón: "Es explotación y violencia"]

El método más habitual es la subrogación total, con la que la mujer gestante recibe el semen y el óvulo de la persona donante. De este modo, no existirá una relación genética con el feto.

El segundo tipo de gestación es la natural, en la que la madre gestante es la donante del óvulo y recibe el esperma. En este caso, la madre tiene una relación biológica con el bebé.

Países europeos donde está prohibida

Además de España hay otros países europeos, como Italia, donde esta práctica se castiga con fuertes penas. De hecho, el país transalpino estudia sancionar duramente a las personas que realicen la gestación subrogada en el extranjero. Quienes lleven a cabo publicidad sobre ello, además, se enfrentarán de tres meses a dos años de cárcel y a una multa de entre 600.000 hasta un millón de euros.

Además, la novedad legislativa que quiere impulsar la coalición de partidos conservadores, que encabeza la ultraderechista Giorgia Meloni, es una modificación de ley para convertir los vientres de alquiler en delito universal, como han indicado los tres proyectos de ley que presentó el Gobierno de Italia hace unas semanas. 

[La Iglesia rechaza la gestación subrogada tras el caso de Ana Obregón y critica al PP y a Feijóo]

Francia, Alemania y Polonia también prohíben totalmente esta práctica. En Francia está penada con tres años de prisión y una multa de hasta 45.000 euros. Las clínicas que la promuevan también se enfrentan a sanciones de 5 años de cárcel y 75.000 euros.

El caso de Alemania se distingue del resto porque los embriones están protegidos por la Ley de Protección del embrión de 1990. Estos cuentan con la protección de la dignidad humana, el derecho a la vida y el libre desarrollo de la personalidad. El uso de los óvulos de donantes, la transferencia de más de tres embriones al útero de la gestante a la vez y la gestación subrogada, entre otras prácticas, se sancionan con hasta tres años de prisión.

Holanda no permite la gestación comercial. Tampoco la publicidad de este tipo de maternidad y de la elección de las madres que pretenden realizar estas prácticas.

¿En qué países de Europa están permitida?

En Ucrania existen más de 30 clínicas dedicadas a la gestación subrogada, como expone la agencia internacional VittoriaVita. Este país es un destino elegido por decenas de ciudadanos por sus precios baratos, pues el vientre de alquiler cuesta habitualmente entre 30.000 y 41.000 euros, cuando Estados Unidos supera los 100.000 euros.

En Grecia la gestación es legal desde 2002 y el precio puede superar los 78.000 euros. Los homosexuales, sin embargo, no tienen derecho a realizar esta práctica. Además, los extranjeros pueden adquirir los servicios en la capital, Atenas, y otras ciudades desde 2014.

En Portugal está permitida pero con limitaciones. Por ejemplo, puede recibir una sanción de hasta tres años de cárcel si el tratamiento se lleva a cabo fuera de los centros que permite el gobierno portugués. Entre otras sanciones, la gestación comercial, además, no está permitida. Quien le dé una determinada cantidad de dinero a la gestante puede enfrentarse a 2 años de prisión y a 240 días-multa. Si la embarazada lo acepta también puede recibir una sanción de 240 días-multa. En Reino Unido y en Dinamarca, como en Portugal, se realiza una práctica altruista.

En ambos países el contrato que se realice con la mujer gestante (que tiene que ser soltera) debe ser aprobado por un comité de doctores, trabajadores sociales y representantes de la Iglesia.

En Georgia, los vientres de alquiler tienen un coste de más de 58.000 euros, como expresa un artículo de Gestlife. La ley fue aprobada en 1997 y “garantiza los derechos de los futuros padres”.

Rusia, en cambio, tiene unas limitaciones. Según un artículo de El Mundo, esta práctica solo está permitida para las parejas heterosexuales. Asimismo, la madre gestante no puede ofrecer sus óvulos para no tener vínculo genético con el niño y debe tener entre 20 y 35 años y pasar por un examen físico y emocional. Si la gestante está casada, esta debe tener el consentimiento del marido.



También te puede interesar…