El vídeo fue de lo más impactante. Un turista ruso murió en Egipto, concretamente en el mar Rojo, tras ser atacado por un tiburón. Lo hizo en una de las playas más concurridas del país, donde hay un centro turístico con varios hoteles.
Hace unos días, y en la playa alicantina de Orihuela, se vio a uno de estos escualos lo que hizo saltar las señales de alarma entre los bañistas. Por suerte, no hubo ataque a ninguno de las personas que estaban dentro del agua. Es más, en una de las calas se le vio al atardecer, donde acabó muriendo.
Y es que, aunque España no es un lugar habitual donde aparecen los tiburones, lo cierto es que noticias como las de Egipto hacen que más de uno esté con la mosca detrás de la oreja. Es lo que se conoce como galeofobia o selacofobia, es decir, miedo a los tiburones.
¿Cuántos tiburones hay en España?
Flaco favor hizo Steven Spielberg a los bañistas con su película ‘Tiburón’. Un título que fue todo un éxito en taquilla pero que hizo que más de uno mirara de reojo a su alrededor cuando se introducía en las aguas del mar.
Razón no les falta a estos desconfiados ya que en España hay más tiburones de lo que pensamos. Y no sólo de una única especie. En concreto, nos podemos encontrar con la tintorera, la pintarroja y el cazón, por ejemplo.
[Un tiburón de dos metros y medio sorprende a los bañistas de la playa de Poniente en Benidorm]
¿Dónde? Básicamente, en el mar Cantábrico y en el océano Atlántico. La razón es que los tiburones prefieren las aguas frías. En el mar Mediterráneo es más difícil contemplarlos porque son aguas más cálidas, aunque como se ha dicho anteriormente, hay casos.
Cuando así sucede es porque, o bien se encuentran de camino hacia otras aguas, o han sido empujados por las corrientes oceanográficas. También puede darse el caso que estén a punto de dar a luz a sus crías, o que se encuentren enfermos, como ocurrió en el reciente caso de Orihuela.
¿Cómo actuar?
En conjunto, son más de 50 las especies de tiburones que pueden verse en nuestras costas. ¿Qué hacer si nos encontramos ante esta inesperada y peligrosa situación? Lo primero es mantener la calma. Eso sí, sin perder de vista al escualo.
Otro hecho importante a tener en cuenta es no hacer movimientos bruscos. Poco a poco, hay que ir retrocediendo y alejándose de su posición. Eso sí, siempre en posición defensiva y atento a sus posibles ataques. Se trata de reducir los ángulos desde los que el animal puede atacar. Y no hacerse el muerto.
Conviene repetir que, aunque es muy improbable el ataque de un tiburón, no hay que olvidar (como reza un dicho popular) que hay excepciones que confirman la regla. Otras recomendaciones son: no estar cerca de barcos de pesca; no nadar temprano por la mañana o tarde por la noche; y no orinar ni perder sangre, porque puede atraerlos.
¿Miedo? Para que no sea así, basta con mirar las estadísticas. En España, y según los datos recopilados por Shark Attack Archivos, sólo ha habido tres ataques. Uno en Tarifa (1986), otro en Arenas de Valencia (1993) y, el tercero, en el golfo de Vizcaya (2012). En ninguno de ellos hubo que lamentar víctimas.