Con la llegada de las vacaciones de verano, la sociedad española se prepara para disfrutar de la que es, sin duda, una de las épocas favoritas del año. El calor y las altas temperaturas traen siempre consigo viajes a la playa y estancias en hoteles con el objetivo de disfrutar de una o varias semanas de descanso y tranquilidad. Este año, como ya suele ser habitual, gran parte de los turistas que visiten España serán de origen extranjero. Y es que el clima, la gastronomía y la cultura son tres de los alicientes que hacen que visitantes de toda Europa aterricen en las costas españolas durante la temporada estival para disfrutar de su periodo vacacional.
Este año, como no podía ser de otra manera, se ha vuelto a repetir una imagen más que habitual en los hoteles de la costa española. Y es la de los turistas que deciden madrugar para ser los primeros y poder reservar así la mejor tumbona de la piscina del hotel. Como si de una carrera a contrarreloj se tratara, a primera hora de la mañana, decenas de turistas llegan a la piscina del hotel para colocar su toalla en su tumbona favorita y reservar así sitio para todo el día. Algunas veces, incluso, se han vivido momentos de tensión entre los bañistas.
Sin embargo, los hoteles repiten constantemente que este tipo de prácticas están prohibidas al entender como una injusticia que una persona pueda estar guardando un sitio en una tumbona que no está ocupando realmente. A pesar de ello, se ha vuelto una práctica más que habitual. Cada día, los turistas se despiertan, bajan a la piscina, dejan su toalla en la tumbona y, posteriormente, van a desayunar, bajan a la playa o incluso regresan a su habitación para seguir descansando.
Desde las cadenas hoteleras están cansados de repetir a los huéspedes que se trata de una práctica prohibida. Por ello, y debido al poco caso que hacen algunos, los hoteles españoles han decidido comenzar a tomar cartas en el asunto y actuar tomando la justicia por su propia mano. Y es precisamente lo que ha ocurrido en un hotel de Cala Millor, en Mallorca.
Las redes sociales han viralizado un vídeo en el que puede verse a un trabajador de un hotel acabando con esta práctica. Tras darse varias vueltas por la piscina y ver lo que está sucediendo, el empleado no duda en comenzar a recoger todas las toallas de las tumbonas que no están ocupadas y retirarlas. Con esta simple acción los empleados tratan de repartir justicia entre clientes y dar la oportunidad a todos aquellos que bajan más tarde a la piscina a mantener su derecho de usar las tumbonas al igual que todo el mundo.
El vídeo, publicado por la tiktoker Andrea Keifer, ya acumula más de 20.000 visualizaciones y 360 'me gusta'. Entre los comentarios, los más destacados han sido todos aquellos en los que los usuarios aplauden la acción de los trabajadores.
“Yo he visto gente reservar su hamaca con la toalla e irse todo el día a la playa y tener que ponerme yo en el suelo”, aseguraba una de ellas. Otros directamente han optado por elogiar la actitud de los empleados y desear que situaciones como estas dejen de repetirse. "Aplausos hasta con las orejas", aseguraba otro.
Pero no es la primera vez que se da esta situación en España. Igual que tampoco es la primera que estos sucesos se han hecho virales en redes sociales. Mismamente, el año pasado, un vídeo publicado por una usuaria británica que mostró lo que ocurría en un hotel en Tenerife a primera hora de la mañana se convirtió en lo más comentado del verano.
En las imágenes podía verse a la gente haciendo cola desde las 06:30 horas de la mañana para poder acceder a la piscina. El vídeo fue definido como "la guerra de las tumbonas". Y es que lo más destacado del vídeo no es la cola que hacen los huéspedes para entrar a la piscina sino la batalla que se forma después para coger sitio en las tumbonas.