¿Qué mejor opción para alojarse durante las vacaciones que los Paradores? Entre todas las opciones hoteleras, destacan por su belleza arquitectónica, por su rica historia y por la calidad de las instalaciones. Está claro que, frente al resto de hoteles, tienen algo especial.

Fue el Marqués de la Vega-Inclán quien concibió la idea de los Paradores hace casi un siglo.

Costeó la construcción del primer alojamiento en la zona abulense de la Sierra de Gredos y, dos años más tarde, en 1928, se constituyó la Junta de Paradores y Hosterías del Reino, organización de la que más tarde surgiría la empresa actual.

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Desde el comienzo, Paradores se gestionó con el objetivo de organizar y construir alojamientos en zonas atractivas a las que la iniciativa privada no conseguía llegar.

A lo largo de su historia, ha ido extendiendo la idea hasta contar con 97 hosterías en todo el territorio e, incluso, impulsar un concepto similar en el país vecino, en Portugal.

Parador Hostal dos Reis Católicos, en Santiago de Compostela. Paradores

Sin embargo, ¿cuál de ellos es el más bonito? Una vez se plantea esta pregunta, resulta inevitable pensar en edificios míticos como el Hostal de los Reyes Católicos, situado en la Plaza del Obradoiro compostelana o en el antiguo Convento de San Marcos, orgullo de la ciudad de León.

Se podría debatir largo y tendido en torno a la cuestión. Se podrían invocar los argumentos de probados especialistas y esperar a que aquellos que se han formado en el tema emitan su veredicto, tras una reflexión minuciosa. O, como ha hecho Lonely Planet en su cuenta de Instagram, se puede preguntar a los que disfrutan del establecimiento: a los clientes.

Para ello, simplemente han organizado una especie de encuesta entre los Paradores más emblemáticos que se iban enfrentando en sucesivas rondas.

Sólo podía quedar uno y, para sorpresa de muchos, no se trata de alguno de los más famosos. Ni el espectacular parador de Granada, ni los ya mentados de Santiago de Compostela o León se han erigido con el título al más bonito.

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Y el ganador es…

¡El Parador de Baiona, en la provincia de Pontevedra! Con un total de 45.000 votos, ha superado a todas las demás propuestas y, según los seguidores y lectores de Lonely Planet, es acreedora del título del Parador Más Bonito de España. Ha obtenido un 61 por ciento de los votos totales, quedando justo por delante del Parador de Granada, del de La Gomera o del de Fuenterrabía.

Este Parador fue instaurado a partir de un antiguo castillo medieval situado en la costa gallega. También conocido como el Parador del Conde de Gondomar, se ubica sobre los restos de una fortaleza que cuenta con más de 2000 años de antigüedad, el Castillo de Monterreal.

Fue adquirido por Paradores en 1963, que se dispuso a rehabilitar el histórico complejo.

Desde 1966 permanece abierto al público y, en los años 90, experimentó una reforma general que amplió el número de habitaciones disponibles hasta las 122 y adoptó el nombre oficial de uno de los gobernadores que vivió entre sus muros, el Conde De Gondomar.

Imagen panorámica del Parador de Baiona, Ponteverdra Turismo de Galicia

¿Y qué es lo más atractivo del lugar? Situado en una de las más espectaculares bahías de las Rías Baixas, combina la historia y la tradición de un castillo medieval con la comodidad y el lujo exclusivo de un verdadero hotel de cinco estrellas. De hecho, se puede apreciar la combinación de elementos medievales y de épocas posteriores.

De todas maneras, si alguna característica del alojamiento recibió una especial atención por parte del público, esa fue el espectacular jardín con el que cuenta. Nada más y nada menos que 18 hectáreas de zona verde enmarcadas por el incomparable paraje de la ría gallega. Además, al estar amurallado, ofrece el entorno perfecto para la relajación, la meditación y la desconexión.

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Todo ello, junto a la legendaria oferta gastronómica de la zona, en la que confluyen los productos del Océano Atlántico con los del campo lerense, hacen del Parador de Baiona una de las opciones más apetecibles dentro del turismo nacional y, para los lectores de Lonely Planet, la etiqueta de Parador más Bonito del país.