La llegada del mes de septiembre conlleva la vuelta al trabajo o a los centros de estudio para los españoles que han podido disfrutar de sus vacaciones de verano. Como cada año, estas fechas coinciden con el regreso de la vuelta al cole, que este año se estima que el coste sea más alto que en los años anteriores.
El regreso del destino vacacional puede provocar el síndrome posvacacional en el que se puede manifestar la ansiedad, la tristeza o la desmotivación para hacer las tareas que se hacían antes del descanso estival. En este sentido, puede acabar provocando cansancio, falta de concentración y somnolencia.
A la hora de preparar la vuelta a la rutina con antelación, no solo es importante adaptar la mente a volver progresivamente al trabajo. Además, durante los primeros días de rutina hay que evitar exigirse demasiado o volver a realizar todas las actividades de golpe.
Lo cierto es que durante las vacaciones de verano las personas sienten una sensación de libertad que no está marcada por los horarios. Por eso, aumenta la felicidad y el tiempo para hacer más planes con las personas del entorno. Sin embargo, esta sensación disminuye notablemente al volver a la rutina. Así lo ha explicado el psicólogo de la Universidad de Ciencias Aplicadas de Breda, Jeroen Nawjn, al periódico británico The Guardian.
La vuelta a la rutina se convierte, en muchos casos, en una tarea complicada. Tal y como explica Suzanne Degges-White, terapeuta y directora del Departamento de Asesoramiento y Educación Superior de la Universidad de Illinoi, las personas pasan de no tener que dar explicaciones sobre su día a día en vacaciones a tener que estar supervisadas varias horas.
Otro de los factores que pueden afectar al regreso al trabajo es la falta de sueño. Durante las vacaciones, los ciudadanos procuran descansar y dormir todas aquellas horas que tenían acumuladas por la rutina. Como consecuencia del fin del verano, vuelven los horarios estrictos y el cambio de hábito en las comidas, que suelen ser más pesadas durante el verano.
Por ello, una de las acciones más temidas al regresar de las vacaciones es la desorganización laboral. Y, es que, muchas personas acuden a su puesto de trabajo y se encuentran con más trabajo del que dejaron antes de marcharse. Por ello, puede aparecer el estrés laboral si se produce el hecho de tener más tareas que en otros periodos del año.
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Para evitar esta situación, estos expertos recomiendan que se lleve a cabo la anticipación. Preparar el regreso al trabajo y a las aulas semanas antes del inicio de la rutina, puede contar con más margen para prevenir posibles contratiempos y estados de nerviosismo.
En verano, las personas suelen acostarse más tarde como consecuencia de los planes y del anochecer tardío. Por eso, es importante ir acostumbrando al cuerpo paulatinamente de los nuevos horarios una vez de vuelta a la rutina.
Mientras llega al momento de reincorporarse a la rutina, se puede hacer relajación y organizar todas aquellas tareas que estaban pendientes de realizarse antes de las vacaciones veraniegas. Degges-White incide en que la organización y la limpieza puede ayudar a mantener la mente despejada.
Tener unos días de descanso tras volver de las vacaciones de verano también puede ayudar a la población a relajarse si los primeros días de regreso al trabajo han estado cargados de tareas. Como consecuencia del disfrute de las vacaciones, si se han disfrutado, conllevan una vuelta a la realidad más compleja en la que será fundamental acostumbrarse cuanto antes.