Que las redes sociales se han convertido en un elemento básico de nuestro día a día es ya toda una realidad. Sus usos son muy variados, pero lo cierto es que el entretenimiento es el principal motivo por el que miles de personas pasan horas y horas pegadas a ellas. En los últimos años, TikTok ha ido ganando cada vez más popularidad. Y es que la facilidad para que los contenidos publicados se hagan virales ha sido lo que ha hecho que millones de personas la usen a diario. En ella, se puede disfrutar de contenido procedente de todos los países. Por eso no es de extrañar que en los últimos días se haya viralizado lo que ya se ha convertido en la nueva moda en China.
Los vídeos se han popularizado en TikTok, pero lo cierto es que su verdadero origen es Xiaohongshu, una de las redes sociales más utilizadas en China. En las imágenes puede verse a jóvenes millennials cuidando de lo que ellos mismos consideran su mascota. Vídeos como los que publicaría cualquier español con su perro o gato. Les acarician, les peinan, les dan mimos... Pero lo que ha llamado especialmente la atención es que estas nuevas mascotas de los ciudadanos chinos no son ni gatos ni perros, sino el hueso de un mango.
Según ha informado el medio Jiupai News, para conseguir este resultado, los jóvenes lavan el hueso del mango para eliminar la pulpa y, posteriormente, proceden a peinar las fibras que aparecen hasta convertirlo en lo que sería el pelo. Una vez conseguido el objetivo y la apariencia que buscaban, los dueños de estas mascotas proceden a secarlo al sol o con ayuda de un secador para prevenir que aparezca moho como consecuencia de la humedad. Muchos incluso llegan a teñirlos, ponerle ojos e incluso añadirles adornos para simular que se parezca aún más a una mascota.
Tras viralizarse los vídeos de los jóvenes cuidando los huesos de los mangos como si fueran mascotas, han surgido muchas preguntas sobre por qué utilizan esta fruta y no otra. En este sentido, hay que tener en cuenta la importancia del mango en la cultura china.
Esta fruta, muy popular en nuestro país, fue un icono de la Revolución cultural en el país. La fiebre por el mango se desató en la década de los años 60, cuando el general Mao mandó 30.000 trabajadores a ocupar la Universidad de Qinghua, en Pekín. A modo de recompensa, Mao les hizo entrega a cada uno de una caja llena de mangos. Y así fue como el mango se convirtió en el símbolo de la transición de poder de la Guardia Roja a la clase trabajadora.
Las reacciones a esta popular moda que cada vez está teniendo más protagonismo en China han sido muy variadas. Muchos lo han comparado con la fiebre de los 'tamagochi' en España. Otros lo han recibido con especial asombro y otros han criticado las extrañas acciones que llevan ahora los jóvenes.
"Me parece una cosa absurda", han dicho algunos usuarios. Por el contrario, ha habido algunos que han apelado a la libertad de expresión. "Si esto les hace feliz y no hacen daño a nadie, ¿Quién soy yo para juzgar?", decía otro.
Han sido muchos los usuarios que han detallado en redes sociales como TikTok cómo han convertido un hueso de mango en mascota. Es el caso de Liu Xiaomeng, una estudiante de 19 años de Tianjin que ha compartido su experiencia cuidando de los dos huesos de mango en Xiaohongshu. En su caso, les ha puesto incluso nombre: Da Mao y Er Mao.
En sus vídeos se puede ver como la joven añade al hueso del mango un gel de aloe vera e incluso les añade adornos para asemejarlos más a un animal. Ella misma ha confesado que les considera como "mascotas ideales". Además, Liu ha dado consejos para todos aquellos que quieran sumarse a esta tendencia. En este sentido, ha asegurado que cualquier mango sirve para llevar a cabo esta práctica. Sin embargo, existe una variedad, la del mango de hilacha, que cuenta con más fibras y, por lo tanto, es perfecto para convertirlo en mascota.
Muchos de los usuarios que han compartido su experiencia en redes sociales con los huesos de mango han asegurado que es una forma de ayudarles a reducir sus niveles de estrés. Tal y como afirman, el hecho de diseñar su propia mascota tiene un efecto terapéutico, como podría ser, por ejemplo, realizar cualquier otra manualidad.