La actividad física en edades avanzadas contribuye a mantener la salud y la calidad de vida

Cada vez es más numerosa la población que llega a la tercera edad. Lo deseable es hacerlo en las mejores condiciones y esto depende, en gran medida, de nuestros hábitos. Practicar ejercicio físico ayuda a prevenir enfermedades y, al mismo tiempo, favorece el mantenimiento de los huesos, músculos y articulaciones. Por esta razón, movernos debe convertirse en una práctica diaria, siempre que sea posible. 

Siendo conscientes de ello, en Puerta de Mena, residencia de mayores gestionada por Senior, filial de Clece, y situada en Maltrana de Mena (Burgos), se desarrollan actividades a diario para cuidar tanto la salud física como cognitiva de los usuarios. Para conseguirlo, cuentan con la atención de una terapeuta, que se encarga, principalmente, de organizar planes para mejorar las capacidades de los residentes, y de una animadora sociocultural especializada en geriatría, que organiza ejercicios en grupo, adaptando el esfuerzo físico a las capacidades de los usuarios.

Actividades para mantenerse activo y disfrutar 

Felipa Márquez tiene 92 años y es una de las 43 personas mayores que conviven en la residencia Puerta de Mena. Desde que llegó, ha contado con el apoyo y atención especial de los profesionales que forman parte de este centro que, según asegura, son muy cariñosos: “Nos ayudan dándonos ánimos, y a las personas más dependientes las tratan con muchísimo cariño, sobre todo a la hora de cuidarlas o darles de comer”. 

Felipa Márquez, residente en Puerta de Mena

Sin embargo, el trabajo de los profesionales de esta residencia va más allá de cuidar y acompañar. Gracias a ellos, los usuarios del centro llevan a cabo diferentes actividades que fomentan el envejecimiento activo, como la gerontogimnasia (práctica física dirigida a personas de la tercera edad). "Al final del entrenamiento hacemos también ejercicios de relajación”, explica Felipa, para quien esta actividad además de resultar entretenida, la ayuda a moverse todos los días. 

Para trabajar la estimulación física y cognitiva, el programa de actividades de la residencia también incluye talleres de manualidades, entre otras. “Hacemos muchos trabajos manuales y también elaboramos recetas que, de hecho, probamos aquí mismo. Estamos todo el día haciendo cosas nuevas”, cuenta Felipa.  

Este verano han introducido una novedosa actividad para realizar en la piscina, tal y como cuenta Paula Ibáñez, directora de la residencia Puerta de Mena: “Hemos estado haciendo ejercicios de gimnasia con los pies en el agua y hemos comprado unas bolas de colores para que cada uno, dentro de su grado de dependencia, pueda participar”. 

Los paseos por la naturaleza se encuentran entre los planes favoritos de muchos usuarios. En Puerta de Mena intentan hacer este tipo de excursiones una vez a la semana o cada quince días. “Después de las salidas quizá se les ve un par de días cansados, pero la verdad es que el ánimo que tienen supera ese cansancio. Merece muchísimo la pena, porque se encuentran más animados y alegres. Se respira otro ambiente en la residencia”, asegura Paula. 

Algo parecido ocurre con las visitas que realizan. “Hacemos muchas salidas en autobús. De hecho, hace poco fuimos a un encuentro de residencias de la zona (Valle de Mena) donde nos pusieron dulces de toda clase. También fuimos un día al pantano”, cuenta Felipa. Aparte, la residente también pudo disfrutar recientemente de su primer viaje en avión para ir a Madrid. “Yo siempre decía que no me iba a morir con las ganas de montarme en avión, fui a Madrid y lo disfruté mucho”, comenta. 

Aparte de estas salidas también  celebran fiestas que se organizan con la familia, como la que realizaron el pasado mes de julio con motivo del Día del Abuelo en la que tanto residentes como acompañantes pudieron disfrutar de una paella juntos. 

Con el objetivo de seguir ofreciendo lo mejor para los usuarios de Puerta de Mena, la directora de la residencia tiene en mente “realizar actividades innovadoras”, como la terapia con animales que tiene beneficios terapéuticos para los mayores a todos los niveles. Esta, en concreto, es una actividad que puede resultar muy benficiosa para todos los usuarios, independientemente del grado de dependencia que tengan. “Además, también tenemos pensado implantar los paseos terapéuticos como la actividad más novedosa de este invierno”, añade.