Disfrutan de los paisajes en los que el sol brilla con intensidad y las playas de arena abundan, y de la comida, realmente buena gracias a la dieta mediterránea. Miles de británicos han buscado un cambio radical en busca de una vida más relajada y soleada en España.
Aproximadamente 307.000 ciudadanos británicos viven en España, según cifras ofrecidas por epdata. La mayoría de ellos, personas mayores de entre 50 y 60 años al mudarse, se sitúan en Andalucía y en la Comunidad Valenciana, de acuerdo a Statista, seguidos de las Islas Canarias.
Sin embargo, detrás de la aparente belleza del cambio, se esconde una realidad menos idílica: la lucha silenciosa contra la soledad que muchos expatriados británicos enfrentan al establecerse en España. Muchos de los 72.000 de los británicos que viven en la Costa del Sol se encuentran aislados, según la Embajada británica en España.
Un artículo publicado en EuroNews, titulado "Problemas en el paraíso: la soledad y el aislamiento pueden acechar a los británicos en España", arroja luz sobre una faceta poco explorada de la experiencia de mudarse al extranjero. La narrativa tradicional que pinta la vida en el sur de España como un sueño sin preocupaciones se ve cuestionada por las historias personales de aquellos que se encuentran lidiando con la soledad y el aislamiento.
La doctora Kelly Hall explica que al llegar a España "están muy felices durante un tiempo". "Pero luego sucede algo, como que la pareja muere o un problema de salud, que los pone en una posición muy precaria y puede desencadenar toda una serie de problemas de salud mental, como la soledad y el aislamiento".
Las diferencias culturales entre España y Reino Unido
La transición de un entorno conocido y socialmente arraigado en el Reino Unido a un nuevo país puede resultar desafiante en muchos aspectos, pero es la soledad la que ha emergido como una lucha fundamental para muchos expatriados. La barrera del idioma, la diferencia cultural y la falta de una red de apoyo sólida contribuyen a un sentimiento de aislamiento que puede afectar la salud mental y emocional de quienes buscan una nueva vida en el extranjero.
El artículo destaca los testimonios de británicos que comparten sus experiencias personales, desde la emoción inicial de la mudanza hasta la dura realidad de enfrentarse a la soledad en un entorno desconocido. Se retratan la falta de conexiones sociales y cómo pueden afectar negativamente la calidad de vida y cómo algunos enfrentan la difícil decisión de regresar a casa o encontrar formas creativas de construir una comunidad en su nuevo entorno.
Además, se profundiza en las posibles soluciones y recursos disponibles para abordar este problema creciente. Existen desde grupos de expatriados y clases de idiomas hasta iniciativas comunitarias locales, medidas que aprovechan los británicos para superar los desafíos de la soledad en el paraíso español.
Uno de ellos es 'Support in Spain', que tiene su propia página web. Neil Hesketh, parte de ellos, afirma que "España es un país grande donde muchas organizaciones que ayudan a la gente pero la gente a veces se pierde un poco".
Reclama que en España el sistema de asistencia social no es tan grande como el de Reino Unido. Y añade: "Los puntos de referencia culturales tradicionales, como el 'pub', no son de habla inglesa". "Puede resultar muy frustrante y desconcertante para los españoles cuando encuentran a un inglés pobre con demencia en su jardín", asevera Hesketh.