El año pasado tocó Laguardia, un pueblo de Álava conocido por su trazado y por los alrededores, plagados de viñas y bodegas. Este diciembre, sin embargo, la revista ha seleccionado una localidad del sur. Una joya monumental y cultural. Una golosina para la vista. El destino que recomienda esta publicación de viajes en su número de diciembre es Baeza, que el 3 de julio de 2003 fue declarada Patrimonio de la Humanidad por los conjuntos monumentales renacentistas que atesora junto a Úbeda.
Municipio de poco más de 15.000 habitantes, Baeza cuenta con grandes atractivos: la plaza de Santa María, la Plaza del Pópulo y la Puerta de Jaén. Además, destaca por su paisaje sobre el valle del Guadalquivir y el Parque Natural de la Sierra de Cazorla. La escapada invernal promete ser una delicia gastronómica, visual y hasta auditiva: en esta zona nació el genio Joaquín Sabina, que recuerda en algunas letras a la próxima estación de tren de Linares.
Yendo por partes, merece destacar el centro histórico de Baeza, particularmente la Plaza de Santa María y el eje Seminario-Universidad. Allí se concentra un conjunto de estructuras civiles y religiosas que representan un excepcional ejemplo del urbanismo renacentista del siglo XVI en España. Es lo que para el rotativo supone una "apoteosis renacentista".
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Además, entre las maravillas arquitectónicas de la ciudad se cuentan obras maestras como la Catedral de la Natividad, el Palacio de Jabalquinto y el Convento de San Francisco, todas bendecidas por la influencia constructiva del maestro Andrés de Vandelvira. Baeza, sin embargo, no se limita al Renacimiento: su rica diversidad cultural también incluye huellas árabes, mudéjares y vestigios visigóticos y romanos.
Otro espacio antológico es la Plaza del Pópulo, con su Fuente de los Leones. En sus proximidades se encuentran las Antiguas Carnicerías y la Puerta de Jaén, que junto con el Arco de Villalar ofrecen un vistazo al pasado vibrante de la localidad. En la Plaza de Santa María, la fuente que lleva su nombre comparte espacio con la majestuosa Catedral de la Natividad de Nuestra Señora, con su mezcla de estilos góticos, mudéjares y renacentistas. Y a pocos metros, la Plaza de Santa Cruz y el Palacio de los Marqueses de Jabalquinto destacan por su singular belleza y su contribución al patrimonio local.
Baeza también atesora la presencia cultural del poeta Antonio Machado, cuyos pasos pueden seguirse en la localidad. Estos incluyen la Antigua Universidad y otros lugares emblemáticos que fueron parte de su vida y obra. Además, la alfarería constituye un importante legado tradicional en Baeza. Reconocidos talleres como el de Pepa Moreno, Punto de Interés Artesanal, mantienen viva esta artesanía, ofreciendo piezas que destacan por su detallada ornamentación.
Finalmente, el Paseo de la Constitución, con su fuente del Triunfo y el Quiosco de la Música, junto al magnífico Ayuntamiento de Baeza y la Torre de los Aliatares, muestran la diversidad de estilos y épocas que han enriquecido esta localidad. Este diciembre, National Geographic lo elige como una buena opción, pero no hay día en el año que desmerezca una visita.