El auge del comercio electrónico en España, con cifras de transacciones que se cuentan por decenas de miles y que crecen año a año, tiene un efecto colateral, que es el incremento de todo un ecosistema asociado de logística que hace posible llevar el producto adquirido desde el almacén de una tienda hasta el destino de entrega: nuestra casa, un punto de recogida... Se trata de una labor que hemos asumido como plenamente cotidiana que, según la fase del envío, deja un margen para profundizar en estrategias de mayor eficiencia y de sostenibilidad.
Ambos conceptos son los que han motivado a Clece a incluir en su cartera de servicios esta actividad a través de su filial Integra CEE (Centro Especial de Empleo). El reparto de última milla es el tramo final entre la tienda y el cliente; lo realiza la persona que lleva el paquete desde el lugar donde es almacenado por última vez hasta nuestras manos.
Se trata, por tanto, de una tarea que, más allá de lo abstracto de internet y de lo online, se puede considerar como un servicio de proximidad y de cercanía. Para Integra CEE, la oportunidad de asumir esta labor ha llegado de la mano de Koiki, una empresa de distribución especializada precisamente en esta denominada última milla y que comparte con Clece y sus filiales algunos de los puntos clave de su filosofía: ser una compañía que aboga por la inclusión social, por la sostenibilidad y por la vocación de ejercer un impacto positivo en la sociedad.
Estructuras de reparto humanas y sostenibles
Según José Pérez, director de Contratación en Integra CEE y promotor de este servicio, “a partir de 2024 habrá cada vez más restricciones para la entrada de vehículos dentro de los grandes núcleos poblacionales, así que se hace muy necesario crear estructuras de reparto sostenibles”. Este contexto ha favorecido la proliferación de empresas especializadas en esta modalidad de entregas, pero lo que destaca en el caso de la asociación entre Integra CEE y Koiki es el carácter inclusivo de su propuesta. Y es que, al margen de buscar la completa eliminación de emisiones en su actividad, lo más importante es que posicionan a la persona en el centro del servicio.
El primer centro de Koiki operado por los trabajadores de Integra CEE tiene su sede en el HUB Canalejas 360, a pocos metros del kilómetro cero de Madrid. Y aunque la idea del reparto capilar es muy sencilla, activar un proyecto de estas características conlleva una concienzuda mirada a aspectos inéditos para Integra CEE a la hora de poner en marcha alguno de sus servicios. Hubo que atender a las peculiaridades de la ubicación en materia de tráfico, distancias o incluso a las características de los edificios en los que se iban a hacer los repartos para encontrar a "las personas más adecuadas para cada una de las rutas", explica Pérez.
A partir de 2024 habrá cada vez más restricciones para la entrada de vehículos dentro de los grandes núcleos poblacionales, así que se hace muy necesario crear estructuras de reparto sostenibles
Enfrentarse a estas peculiaridades tanto en la fase previa como ahora que el servicio está plenamente operativo es también competencia de la Unidad de Apoyo a la Actividad Profesional de Integra CEE, una figura clave para garantizar la adecuada adaptación del puesto de trabajo para cada empleado: “Esta unidad multidisciplinar está formada por trabajadores sociales, psicólogos, etc. que facilitan la incorporación de una persona con discapacidad dentro de su área laboral. Ellos son los encargados de velar por que ese profesional tenga todas las condiciones y los medios materiales que le permitan desarrollar su trabajo”, añade.
La atención personalizada de estas unidades ofrece una cobertura integral a los empleados ante cualquier eventualidad, lo que supone un aval adicional en una compañía que ha cuidado con mimo cada detalle de la jornada laboral. Por ejemplo, la planificación de las rutas diarias, siempre ajustadas para que el peso total de los paquetes y la distancia a recorrer no supongan un problema. Además, dado que estos trabajadores hacen sus entregas a pie, disponen de zapatos de protección y de carritos eléctricos que les ayudan a caminar sin tener que realizar un esfuerzo adicional. Asimismo, hay una flexibilidad total para responder ante situaciones extraordinarias como las olas de calor o de frío: “En esos casos se toman medidas para minimizar las rutas, cambiar los turnos o los horarios de distribución para paliar los efectos de las temperaturas”, apunta el responsable de Integra CEE.
Integra CEE y Koiki, una asociación natural
El éxito de estos primeros meses de servicio de última milla por parte de Integra CEE tiene también mucho que ver con la experiencia de Koiki en este campo. La compañía, nacida en 2015 en una incubadora de ideas, comenzó a tomar vuelo a medida que su visión de futuro tomaba visos de realidad: la necesidad de dar respuesta a “dos problemáticas principales de nuestra sociedad”, como explica su directora de Operaciones, Nerea Ortiz, y que no son otras que “el alto porcentaje de desempleo entre los colectivos vulnerables, tanto de personas con discapacidad como de aquellas que se encuentran en riesgo de exclusión; y el aumento de los ratios de contaminación y el colapso de las ciudades por las furgonetas de reparto, fruto del crecimiento tan fuerte del sector del comercio”. Ante eso, resume Ortiz, en Koiki decidieron “unir estos dos conceptos y crear una empresa de impacto social para proporcionar oportunidades laborales a esos colectivos y ahorrar CO2 en la distribución urbana”.
Hoy, lo que era una idea se ha convertido en una empresa consolidada, con más de 60 microcentros activos en las principales ciudades españolas e, incluso, en Portugal, que dan empleo a más de 200 personas y que está en plena expansión. Y todo, con una clara dimensión humana. “Obviamente, somos una empresa y tenemos que cumplir con una sostenibilidad económica, pero nuestra idea de impacto social tiene en el centro de todo a las personas y el reparto es la herramienta para llegar a ello”, concluye Ortiz, al tiempo que añade que este reparto en cercanía les permite “ser más productivos”, es decir, entregar “más y con más calidad”.
Con estas características, la relación con Integra CEE es algo natural: “Nosotros somos expertos en el sector de la logística y buscamos a las entidades que son expertas en las personas y en los colectivos con los que trabajan”, aduce la directora de Operaciones de Koiki.
Seguimiento individualizado
El fruto de este match es un proyecto conjunto que funciona desde el pasado mes de marzo en Madrid. Actualmente, trabajan en él once personas. Eva Oliver, de 51 años, es la coordinadora del equipo, un puesto que ha alcanzado apenas cinco años después de que una discapacidad sobrevenida la obligara a abandonar el mundo de la hostelería, donde había desarrollado la mayor parte de su vida laboral. Su caso es especialmente valioso porque, ante tales circunstancias, fue capaz de vencer a la desesperanza por encontrar un nuevo empleo y aprovechar la oportunidad que brindan entidades como Integra CEE. “Tras dos entrevistas con otras empresas que no salieron bien ya pensaba que solo servía para la hostelería y que, al no poder dedicarme a eso más, tampoco podría hacer otra cosa, pero, al revés, vieron mi perfil y me destacaron por las capacidades que tenía, como el trato al público o el carácter”, cuenta.
Para ella, fue difícil imaginar en aquel momento que hoy en día estaría al frente de una pequeña delegación que trabaja para una empresa logística de última milla. “Para mí era un reto. Es una experiencia, un servicio que creo que es muy agradecido porque entramos sobre las 11 y hay días en los que a las 16 podemos estar en casa. Tenemos nuestros contratos, un buen salario, hemos hecho todos los cursos de prevención, estamos equipados hasta el más mínimo detalle… Además, la empresa para la que trabajamos siempre está pendiente de nosotros y eso se agradece mucho”, afirma Oliver.
La buena experiencia de estos meses de colaboración con Koiki en Madrid ya ha motivado que, desde hace pocas semanas, estén en marcha también otros dos proyectos de ampliación de estos servicios de Integra CEE en Oviedo y Logroño. Se trata de la consolidación en un ámbito que se añade al resto de la cartera de la filial de Clece y que, en palabras de José Pérez, responde a la idea de “facilitar la incorporación de personas con discapacidad al mundo laboral, yendo más allá de las áreas más tradicionales de la compañía, como las de limpieza o los servicios auxiliares, de mantenimiento o de control de accesos.