La posibilidad de lograr un puesto de funcionario en la Administración Pública resulta muy atractivo para la mayoría. Tanto es así que prácticamente cada año se baten récords sobre el número de opositores que se presentan a los exámenes. Unos lo hacen por vocación y otros por encontrar en ellas el modo de tener una estabilidad económica. Sin embargo, de todas las oposiciones disponibles en la actualidad, hay algunas que por los requisitos, el nivel de dificultad o el temario que hay que estudiar, se presenta menos gente. En España uno de los exámenes que ha contado con menos aspirantes en sus convocatorias durante los últimos años es el de Interventor y Auditor del Estado, cuyo sueldo puede superar los 65.000 euros.
En concreto, se trata de una rama que tiene encomendadas funciones de control financiero y auditoría del sector público, de los Departamentos Ministeriales, de programación y presupuestación, así como la Dirección y Gestión de la Contabilidad Pública, el Auxilio al Poder Judicial y la elaboración de los Presupuestos Generales del Estado.
Para obtener la plaza, el opositor tiene que enfrentarse a un examen que consta de las siguientes pruebas: un cuestionario de 30 preguntas sobre Derecho y Economía, casos prácticos de Contabilidad y Matemáticas, casos prácticos de Contabilidad, una prueba de idioma, que puede ser inglés o francés, un cuestionario de preguntas relativas a Hacienda, Sistema Financiero, Derecho y Contabilidad y una exposición de tipo oral de parte del temario. La oposición que capacita para ejercer como interventor y auditor del Estado en una institución pública pertenece a la gestión estatal de categoría A1; por lo tanto, se requiere de un título de grado o licenciatura para poder presentarse.
Considerando la extensión del temario y la dificultad de los ejercicios se tantea un tiempo de preparación adecuada entre 2 y 4 años. No obstante, esta estimación no sirve para la obtención de plaza, dado que depende de otros factores como por ejemplo: calidad de los temas, rendimiento propio y del resto de aspirantes en los exámenes.
En cuanto al sueldo de estos funcionarios, según la Asociación profesional del Cuerpo Superior de interventores y auditores del Estado, el salario medio de estos profesionales ronda los 50.000 euros brutos anuales. Aunque esta cifra puede variar dependiendo de los complementos salariales que le correspondan. Así, un interventor júnior puede comenzar cobrando unos 45.000 euros al año, pero también puede llegar a percibir hasta 66.000 euros anuales. Se trata de un salario elevado y cómodo; no obstante, acorde a las responsabilidades que implica.
Además de esta, también hay algunas oposiciones que resultan menos conocidas y que, por ello, aúnan a menos candidatos en sus exámenes. Estas son las de Técnicos Comerciales y Economistas del Estado, Médico Forense, Conservador de Museos, Técnico de Auditoría y Contabilidad, Vigilancia Aduanera Inspector de Seguros del Estado, entre otras.
No obstante, en este sentido es necesario aclarar que cuenten con menos aspirantes no implica que eso signifique que sean más fáciles o que es más sencillo conseguir una plaza. De hecho, en la mayoría de casos se tratan de oposiciones más complejas y que cuentan con unos requisitos más exigentes. Y precisamente por este motivo es por el que a ellas se presentan menos personas.