Un camionero de Elche vivió una doble tragedia. Por un lado, en el terreno de la salud, al sufrir un infarto en plena carretera y, por otro, en lo laboral, ya que fue despedido por su empresa tras este incidente. Ahora, dos años después del suceso, la Justicia le ha dado la razón y deberá recibir una indemnización de 30.000 euros de la compañía de transportes.
Los hechos ocurrieron el 12 de diciembre de 2021. El camionero, que fue contratado tres meses antes como eventual para cubrir un nuevo trayecto, se encontraba en ruta por Alemania. Durante el itinerario, el transportista sufrió un infarto de miocardio, por lo que tuvo que ingresar en un hospital en el que permaneció ingresado tres días.
El hombre debía realizar una ruta que pasaría por Suecia, hasta llegar a Noruega, país en el que descargaría la mercancía. Tras el infarto, el conductor se comunicó con su coordinador, y le explicó que no podría llevar a cabo el trayecto previsto.
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Cuando el camionero recibió el alta hospitalaria, con la consiguiente baja laboral, la empresa le obligó a conducir más de 500 kilómetros. El objetivo era que un compañero le recogiera y pudiera regresar a su domicilio en España, donde recibiría asistencia sanitaria.
Sin embargo, el hombre no llegó a España hasta once días después, ya que el camión encargado de llevarle hasta su casa tuvo que hacer antes siete repartos, con las correspondientes paradas. Al llegar a su domicilio, el 23 de diciembre, el hombre recibió la fatídica noticia: era despedido, algo que no le comunicaron hasta una semana después, bajo la premisa de que debía acudir a la empresa a "firmar documentación".
El TSJV anula el despido del camionero
Más de dos años después, el Tribunal Superior de Justicia de Valencia ha resuelto el caso. Según dicta la sentencia, la empresa dejó al trabajador desamparado en un país extranjero y vulneró su derecho a la integridad física, por lo que el tribunal condena a la empresa de transportes a readmitir a su empleado y a abonarle los salarios de tramitación y una indemnización de 30.000 euros.
El alto tribunal entiende que la empresa no adoptó las medidas oportunas para el regreso inmediato de su empleado, ya que retuvo al trabajador e incluso intentó que siguiera prestando servicios en situación de baja hasta que otro compañero lo trasladó hasta su domicilio, según figura en la sentencia.
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Por tanto, el Tribunal Superior de Justicia de Valencia considera que los viajes, retrasos y órdenes de trabajo han "vulnerado su derecho a la integridad física" del trabajador y la empresa ha puesto "su salud en grave riesgo".
La compañía de camiones justificó el despido del trabajador asegurando que se trataba de la resolución ordinaria de un contrato temporal. Sin embargo, el Tribunal Superior de Justicia de Valencia declaró el despido nulo y la empresa tendrá ahora que readmitir al trabajador, pagando los salarios de tramitación e indemnizándole con 30.000 euros.