No es un problema de hace un día. El fenómeno de la despoblación rural, o más conocido como España vaciada, viene arrastrándose desde hace décadas. Y eso se traduce en una serie de impactos tanto a nivel social, cultural y económico.
En este último punto, la pérdida de actividades agrícolas, ganaderas y forestales se traduce en desempleo. También en la falta de oportunidades, lo que disminuye la producción de alimentos, por un lado y, por otro, no fija población.
Por tanto, la España vaciada se enfrenta a una serie de desafíos como la despoblación y la falta de oportunidades. Y si hay un elemento en los pueblos que son espacios de encuentro y sociabilización vitales para la vida común ese es el bar.
¿Cuál es la importancia económica de los bares?
Para dejar constancia de la importancia de los bares y los establecimientos hosteleros en España basta con revisar una serie de datos. Para empezar, hablamos de alrededor de 232.000 empresas, lo que se traduce en un total de unos 271.000 locales activos. Se trata de un 7% del total de los locales existentes.
Eso se traduce en alrededor de 1.350.000 trabajadores directos (más o menos el 7% del total de afiliados). Hablamos, en definitiva, de un 1,7% del PIB. “Las influencia de estos negocios se refleja en las marcadas diferencia entre municipios con y sin bares”, afirma Javier Serrano, doctor en Economía y consultor de Economía en Afi (Analistas Financieros Internacionales).
¿Cuántos municipios no tienen bares?
Durante los últimos años estamos asistiendo al aumento de los anuncios de municipios que ofrecen casa gratis, por ejemplo, a cambio de que la persona o personas interesadas gestionen el bar. Y los candidatos no faltan.
Y es que el bar es el corazón de los pueblos, un sitio donde charlar, echar la partida o celebrar algún que otro acontecimiento. Sin embargo, la España vaciada está ‘matando’ este lugar de encuentro.
Según los datos recopilados por Afi, siguiendo las estadísticas de la Seguridad Social, el 49% de los municipios de España tienen, como mucho, un bar o restaurante. Hablamos de 3.990 municipios que se reparten de la siguiente manera: 1.321 tienen cero bares o restaurantes; y 2.669, poseen un bar o restaurante. Los que tienen dos o más bares o restaurantes son 4.118 municipios, es decir, el 51% restante.
Dicho de otra manera, son 142.781 personas las que no tienen un bar en su pueblo; y 367.317 personas las que sólo pueden acudir a un único establecimiento de este tipo.
¿Cuáles son las regiones con más pueblos sin bares?
El dato, ya de por si desalentador, se agrava todavía más si miramos cuáles son las provincias con mayor número de municipios sin bar. Y ahí es Soria la que ocupa lo más alto del podio: el 58% de sus pueblos carecen de bar.
El segundo puesto del cajón es para Guadalajara, con el 43% de sus pueblos sin bar; y, la tercera posición, es para Palencia, con el 42%. A continuación, completan este ‘triste’ quinteto Ávila (39%) y Burgos (37%).
¿Y cuáles son las regiones con mayor número de municipios con un único bar? No son ninguna de las anteriormente reseñadas. En esta ocasión, la medalla de oro es para Salamanca, con el 56% de sus municipios con un bar.
La hipotética medalla de plata recae en Zamora (54%) y el bronce sería para Zaragoza (50%). A continuación se sitúan Cáceres y Teruel. En ambas, el 49% de sus consistorios tienen sólo un bar.
“La existencia de bares en todos los municipios se hace imprescindible no sólo por ser puntos de encuentro sino también porque fomentan la atracción de turistas tanto nacionales como extranjeros”, apunta Javier Serrano.
Y es que como señala Afi en su informe, los municipios con bares no sólo reciben más turistas, sino que son más grandes, retienen más población y cuentan con más servicios. Así, si el municipio tiene bar, recibe una media de 1.670 turistas nacionales al año; si no lo tiene, ese número se queda en 590 turistas.