Se acerca Semana Santa, una época tradicionalmente de viajes en España. Muchas personas aprovecharán para pasar unos días fuera de casa, para intentar ir a la playa o para volver al pueblo buscando el calor del hogar. Por ello, se esperan muchos desplazamientos por carretera.
Una de las cosas a las que más atentos hay que estar cuando vamos conduciendo, sobre todo por nuestro bien y por el de nuestro bolsillo, es a los radares, los cuales nos pueden dar un serio disgusto si nos los saltamos. Pasar demasiado rápido por una zona de velocidad controlada traerá consigo una gran multa económica e incluso podría conllevará hasta la pérdida de puntos.
La Dirección General de Tráfico es la institución que dirige este tipo de sistemas que sirven para controlar la velocidad a la que circulan los coches por la carretera. Y es precisamente la DGT quien ha advertido de que se va a instalar un nuevo radar que será uno de los que ocupe uno de los tramos más largos de toda España.
¿Dónde se instalará el nuevo radar de la DGT?
Los conductores ya pueden saber dónde se asentará su nueva pesadilla. El radar que podría amargarles sus próximos viajes con la finalidad de que respeten los límites de velocidad impuestos en esta zona. La Dirección General de Tráfico va a implantar un nuevo radar de tramo de aproximadamente 6 kilómetros.
Esto supone que será uno de los más largos de España. 6000 metros de carretera en los que los conductores tendrán que estar muy atentos para mantener la velocidad media que se indique. La zona elegida para llevar a cabo esta decisión será la A-8. Más concretamente, comenzará en la salida de Castro Urdiales y finalizará en el viaducto de Ontón.
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Cabe destacar que este radar afectará a los dos sentidos de la circulación en una zona que se conoce tradicionalmente como Saltacaballo y que está considerada como conflictiva. Por ello, la DGT ha decidido meter mano para intentar garantizar la seguridad de los usuarios de la vía en esta región de nuestras carreteras.
Este nuevo radar se instará antes del próximo verano y limitará la velocidad de paso por esta zona de la A-8 a los 100 kilómetros por hora. La buena noticia para los conductores es que la llegada de este radar anulará la presencia de otro existente en este punto y que limitaba la velocidad a 80 kilómetros por hora en un momento concreto. Quienes pasen por esta zona durante sus vacaciones de Semana Santa no se lo encontrarán, pero la situación podría cambiar de cara al verano.
Además, la DGT ha informado de que esta no será la única modificación que llevarán a cabo en las carreteras españolas, ya que se espera la llegada de más sistemas. Concretamente, la implantación de otros 88 cinemómetros de este tipo, pero que no tendrán un alcance de tanta distancia como el ya famoso radar que llegará a la A-8.
¿Cómo funciona un radar?
Estos radares que la DGT tiene previsto situar en muchos puntos de la red de carreteras de España funcionan a través de un sistema basado en la instalación de unas cámaras. Estas graban de forma continua el paso de los vehículos y registran las matrículas de los mismos enfocando principalmente su parte trasera.
En los radares de tramo, esto se produce tanto al principio como al final del mismo. Después, un ordenador se encarga de identificar estas matrículas y comprobar el tiempo que han tardado en recorrer dicho tramo. Una vez se tiene la velocidad media, se sabe si el vehículo ha respetado o no las normas de tráfico para esa zona.
Si la velocidad que resulta es mayor de la permitida, se procede a multar al conductor. Este tipo de sistemas, llamados cinemómetros, se instalan tanto en vías de alta capacidad como en carreteras convencionales y pueden llegar a ocupar varios kilómetros, como sucederá con el nuevo de la A-8.
Actualmente, España cuenta con 92 dispositivos de esta categoría a los que habría que añadir los radares de tramo del Servei Catalá de Transit (SCT), los del País Vasco y los instalados por los ayuntamientos. Realizando la suma total, se acercan incluso a los 200 según algunas estimaciones.