Con la llegada del buen tiempo a la Península se produce un fenómeno admirado por muchas personas. Los amantes de la ornitología tornan sus cabezas hacia el cielo estas semanas para comprobar como muchas especies de pájaros regresan a España. Una de las que no falla a su cita es el vencejo.
Durante los próximos días, miles de ejemplares de esta especie surcarán los cielos del país procedentes del Norte de África. Más de 11.000 kilómetros de distancia para buscar zonas más acogedoras en las que establecer sus nuevos nidos y reproducirse.
El vencejo es un ave muy particular por varios aspectos. El primero, por su estridente trino, ese que atruena las ciudades de toda España durante esta época del año. El segundo, que son capaces de volar a más de 100 kilómetros por hora y sin descasar durante meses. Y el tercero, seguramente el menos conocido, que se trata de un ave protegida y que importunarla puede acarrear multas de hasta 200.000 euros.
¿Por qué es un ave protegida?
Molestar a un vencejo puede traernos consecuencias sumamente graves. Durante esta época del año abandonan zonas como el Norte de África para buscar el bienestar de la Península. Un viaje de más de 11.000 kilómetros y en el que llegan a estar meses sin detener su vuelo alcanzando velocidades de infarto.
Sin embargo, este proceso supone un riesgo tanto para ellos como para los humanos. Uno de sus principales problemas para la conservación de su especie es la destrucción de sus nidos, especialmente como consecuencia de fenómenos relacionados con obras de rehabilitación de diferentes edificios.
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Por esta cuestión, los vencejos se encuentran protegidos por la ley. Tanto sus nidos como sus huevos y sus pollos no pueden ser perturbados o destruidos, ya que en caso de hacerlo, las autoridades podrían obligarnos a pagar multas de hasta 200.000 euros. Así lo indica la ley 42/2007 del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad.
Los vencejos no solo están amenazados por el hombre, sino que también lo están por fenómenos como el cambio climático. Este altera su proceso de migración y de crianza. Según datos de la ONG SEO/BirdLife, recogidos por el diario Información, el vencejo común ha experimentado un preocupante declive del 27,2% en España entre 1998 y 2020.
¿Cómo anidan los vencejos?
Los vencejos son animales muy particulares hasta para su modus vivendi. De manera habitual, suelen anidar en lugares muy elevados. Por ello, muchas crías mueren si caen accidentalmente desde alturas tan pronunciadas. Es muy normal encontrar colonias enteras de vencejos anidando en un mismo edificio, aprovechando todas las grietas y huecos.
La ley protege a los vencejos de manera férrea porque son elementos muy importantes en la conservación de los ecosistemas peninsulares. Son aves insectívoras que actúan contra las plagas de mosquitos, moscas y otros insectos. Pueden llegar a consumir entre 200 y 400 al día, aunque también se alimentan de escarabajos, libélulas y mariposas que cazan durante su vuelo.
A pesar de esta importante función, muchas personas tienen manía a los vencejos por su escandaloso canto en forma de trino, muy agudo y repetitivo, que puede llegar a molestar, especialmente durante la época de cría. También están considerados como unas aves muy sucias por el número de veces que hacen sus necesidades al día, manchando calles y coches.
¿Qué otras especies de pájaros están protegidas?
Molestar o perturbar el bienestar de un vencejo puede traernos consecuencias muy graves en forma de cuantiosas multas. De hecho, estas pueden ascender incluso hasta los 200.000 euros en caso de las infracciones más importantes. Sin embargo, hay otras especies de pájaros comunes que también están protegidos aunque muchas personas no lo sepan.
Junto con los vencejos. otras aves que se encuentran dentro de este 'club' son los aviones o las golondrinas. Y todo porque en los últimos años se han visto muy afectadas por el uso de pesticidas, que reducen en buena medida su fuente de alimentación a base de insectos, y por la destrucción de sus hábitats, ya que los edificios modernos carecen de lugares adecuados para su nidificación. Todas estas aves insectívoras se encuentran protegidas por la normativa española y por la directiva europea.