Situada en la zona suroeste de la península ibérica, Extremadura está compuesta por las dos provincias más extensas de España: Cáceres y Badajoz. Su nombre deriva del latín Extrema Dorii (en el otro extremo del Duero), con el que se designaban los territorios situados al sur de la cuenca del río Duero.
A lo largo de la historia, la región ha sido una de fusión de culturas. Los extremeños "han vivido una particular historia, basada en específicas condiciones políticas, socioeconómicas e ideológicas que ha originado expresiones culturales concretas", explica Javier Marcos Arévalo, de la Universidad de Extremadura.
Así, la cultura y la tradición extremeña cobra especial relevancia para conocer y entender sus costumbres. Es el caso de uno de los clásicos de la gastronomía local, las migas. Un plato emblemático de la gastronomía española que los extremeños gustan comer, tradicionalmente, como parte de un buen desayuno. ¿Qué te parece?
Origen de las migas extremeñas
En su origen, tal y como explican desde el hotel extremeño Al jardín, se cree que las migas llegaron a la península durante la invasión árabe y se creen que están relacionadas con el apreciado tharid musulmán, el plato favorito de Mahoma. Entonces, "esta receta era un obsequio para las personas distinguidas que visitaban palacios y casas de alta enjundia".
Más tarde, ya durante la Reconquista, las migas continuaron siendo un plato popular entre los reyes cristianos, pero se añadieron a la receta productos del cerdo para diferenciarse de las creencias musulmanas.
[Migas extremeñas, receta fácil para días de campo]
Con el paso de los años, las migas extremeñas fueron evolucionando para convertirse en un alimento básico para agricultores y ganaderos, especialmente entre los pastores trashumantes de Extremadura que, cuando el pan se ponía duro, lo humedecían y lo sofreían en grasa de animal, creando así un plato que satisfacía tanto el hambre como el paladar.
Por lo tanto, esta es una tradición que se remonta a tiempos pasados, cuando la economía agraria y la vida rural definían la rutina diaria de muchas familias extremeñas. La jornada laboral comenzaba temprano y requería una buena cantidad de energía, por lo que en Extremadura es tradicional comer migas en el desayuno.
Receta de las migas extremeñas
La receta de las auténticas migas extremeñas incluye pan y aceite de oliva, a lo que se suman al gusto ingredientes locales como el chorizo o la panceta, que aportan sabor y calorías. Un plato sencillo y robusto al que se le puede añadir también, una vez servidas, un huevo frito.
El secreto del éxito de unas buenas migas extremeñas está en la calidad de sus productos. Un buen pan, cortado fino, un aceite de oliva virgen extra y unas deliciosas chacinas extremeñas.
Con el paso del tiempo, la tradición de comer migas para el desayuno o en el almuerzo se ha mantenido en muchas familias extremeñas y se ha extendido a otras ocasiones especiales, entre amigos, como ferias y festividades locales. Todo un símbolo de la capacidad de adaptación de las comunidades rurales que ha perdurado hasta nuestros días.