Hay quienes aún piensan que pintar es algo vocacional. Sin embargo, como todo en la vida, la destreza hay que entrenarla. Aunque llegar al nivel de Miguel Ángel o Leonardo da Vinci no sea un objetivo muy realista, sí es cierto que son muchos los que descubren en la pintura su verdadero potencial. Esto mismo fue lo que le pasó a Marta Rodríguez, que empezó a pintar porque una amiga apostó por un plan diferente: acudir a las clases diarias art and wine de la academia de arte Wine Gogh.
Después de su primer encuentro con esta escuela, la joven decidió volver a apuntarse. Pero en esta ocasión, a las clases regulares, que también se desarrollan en esta misma academia para que los alumnos puedan seguir aprendiendo las bases de la pintura. Ahora, gracias a las actividades que ha podido desarrollar en Wine Gogh, Marta vende sus cuadros en la empresa especializada en comercio electrónico Etsy, convirtiendo, de esta manera, su arte en una profesión con la que también puede disfrutar.
¿Cómo ha conseguido sacar ese lado artístico que tenía escondido? Gracias al trabajo de los profesores de Wine Gogh, que guían a los estudiantes durante todo el proceso. Estos acompañarán a cada alumno en su proceso creativo, desde el lienzo en blanco hasta llegar a la obra de arte. Los docentes, que son todos artistas profesionales, guían a los estudiantes a través de las técnicas de pincelado, el manejo preciso de los materiales, la exploración de la paleta cromática y la comprensión de la composición y proporciones.
Además, la academia Wine Gogh nace con el objetivo de fomentar también la experimentación y la exploración creativa, permitiendo a los estudiantes desarrollar su propio estilo, tal y como hizo Marta, mientras adquieren conocimientos y destrezas sólidas en el proceso.
Cómo es la metodología en Wine Gogh
Wine Gogh es un espacio en el que caben personas de todas las edades. En él, los profesionales enseñarán técnicas y herramientas de pintura acrílica, dado que esta se puede utilizar en una variedad de superficies, incluyendo lienzo, papel, madera y tela. De esta manera también se asegura la resistencia y durabilidad del cuadro una vez esté seco.
Las clases de Wine Gogh se ofrecen en distintos formatos y con opciones flexibles para adaptarse a las necesidades y preferencias de los estudiantes. Una de las clases más conocidas es la de Art and Wine, durante la cual los estudiantes aprenderán a pintar un cuadro de inicio a fin en una tarde, guiados por el equipo docente y acompañados de un vino. Cada día se pinta un cuadro distinto paso a paso y los alumnos podrán comenzar y acabar su clase cuando mejor les convenga.
Por otro lado, en esta escuela también se pueden encontrar cursos semanales con una duración aproximada de dos horas por clase, en las que se ofrece a los estudiantes la oportunidad de explorar diversas técnicas de pintura, desde la comprensión del volumen y la perspectiva hasta la mezcla de colores. Semana a semana, los alumnos aprenderán varias técnicas de pintura con herramientas teóricas y prácticas y con un temario adaptado a su nivel y sus intereses.
Y aquellos que estén buscando una opción para una formación más intensiva en un período de tiempo más corto, podrán acceder a los cursos intensivos de la academia. Con una duración de 10 clases (20 horas) durante los meses de julio y agosto, estos cursos ofrecen una introducción a los fundamentos de la técnica del acrílico. Además, el curso está enfocado a principiantes y se garantiza una atención totalmente personalizada.
En líneas generales, el temario de todas las clases de la academia Wine Gogh, que está presente en Barcelona, Madrid, Sevilla y Valencia, incluye la historia y características de la pintura acrílica, materiales, aplicación de capas base y fondos, teoría del color y mezcla de colores y composición y distribución de los elementos en el lienzo.
Pero Wine Gogh no solo se centra en la expresión artística. La escuela también se convierte en un espacio idóneo para actividades de trabajo en equipo. Y es que, dentro de su variedad de clases, incluye también clases para grupos que busquen hacer team building, diseñadas específicamente para empresas. A través de ellas, los empleados pueden fortalecer las relaciones entre ellos, fomentar la colaboración y comunicación efectiva y mejorar la cohesión grupal.
En definitiva, la metodología de esta escuela ha demostrado ser una forma idónea para estimular y liberar la creatividad, brindado a personas como Marta la confianza para explorar su lado artístico de forma única y personal.