No es de extrañar que a la hora de abordar la limpieza del hogar nos encontremos con ciertos obstáculos y dificultades. A menudo hay rincones que pasan desapercibidos en la limpieza habitual o incluso que resulta imposible llegar a ellos. Los rieles de las ventanas y de las puertas correderas son algunos de los recovecos del hogar a los que no solemos prestar demasiada atención y que, sin embargo, acumulan mucha suciedad. Por ello, desde EL ESPAÑOL traemos un truco infalible que te puede ayudar a limpiar todas estas zonas fácilmente y sin esfuerzo.

Se trata de una solución eficaz y muy económica, ya que para llevarla a cabo solo necesitas tres objetos que probablemente tienes en casa: una esponja o estropajo, un rotulador y un cúter o cuchillo.

El proceso comienza con la colocación de una esponja de doble textura sobre el riel a limpiar, marcando con un rotulador los puntos donde se encuentran las irregularidades del riel. Luego, se procede a recortar la esponja en los puntos marcados con un cuchillo o un cúter, permitiendo que esta se ajuste perfectamente al perfil del riel.

Una persona limpiando.

Con la esponja ya preparada, tan solo habrá que humedecerla con agua y jabón y pasarla por los rieles en varias ocasiones, de forma que rápidamente el marco de la ventana quede perfectamente limpio y de una manera rápida y sencilla. Este método asegura una limpieza profunda y eficiente, eliminando la suciedad acumulada de manera efectiva.

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Eso sí, una vez finalizada la limpieza de los rieles, es imprescindible secarlos bien con un paño o con papel de cocina para evitar la oxidación del material. Si quieres una limpieza todavía más completa, puedes utilizar cinta adhesiva para retirar cualquier resto de pelos, pelusas o polvo que pueda quedar en ese hueco.

No obstante, este no es el único método para dejar los railes de tus ventanas y puertas como nuevos, hay más formas de hacerlo. Por ejemplo quitando el exceso de suciedad con un cepillo de dientes o uno de los que se usan para teñir el cabello y después pasar un aspirador pequeño o incluso un secador que puede hacer las veces. También podemos usar un palo de los que se utilizan para hacer brochetas, para sacar el exceso de suciedad y luego pasar un paño por el riel.