El programa ‘Mentoring’ de Fundación Universia conecta a estudiantes con discapacidad con profesionales en activo para impulsar su acceso al mercado laboral.
Aralar Pérez empezó a trabajar en Banco Santander en 2020, cuando inició las prácticas obligatorias para finalizar su máster. Esas prácticas se convirtieron después en un contrato indefinido y en un futuro en la entidad. Su camino es el mismo que siguen cada año miles de estudiantes, solo que Aralar nació con una parálisis cerebral que afecta a sus habilidades psicomotrices, sobre todo a la coordinación y al habla.
Cuenta Aralar a EL ESPAÑOL que, aunque su vida haya sido “un poco diferente al resto, afortunadamente llevo una vida normal”. Natural de Pamplona, fue deportista de alto rendimiento de natación, llegando a competir en dos campeonatos mundiales. Estudió ADE porque le interesaba la Bolsa y quiso completar su formación con un máster en Madrid, lo que le abrió las puertas de su actual empleo.
“El mentoring me ayudó mucho a orientar mi futuro profesional”
Antes de empezar su Máster de Mercados y Bolsa, recibió una beca de Fundación Universia, de Banco Santander, para pasar unos meses en Irlanda. Después de esta experiencia, continuó en contacto con la Fundación, lo que le brindó la oportunidad de hacer “una entrevista en Madrid para solicitar las prácticas del máster”. Y es que, Fundación Universia ayuda a personas con discapacidad a incorporarse al mercado laboral conectando universidades, empresas y talento junior. En 2023, Banco Santander otorgó 475 becas para estudiantes con discapacidad y 50 personas con discapacidad fueron contratadas.
Durante sus prácticas en Banco Santander, a Aralar le contactaron para participar en el programa ‘Mentoring’ de Fundación Universia. Se trata de una experiencia directa con un profesional, que ayudará al mentee con su desarrollo académico y personal mientras realiza sus prácticas laborales o cursa sus estudios universitarios.
Esta experiencia de mentoría tiene lugar durante los meses de mayo y julio, durante los cuales se realizan sesiones de conversación online. Incluso existe la opción de practicar estas conversaciones en un idioma extranjero gracias a la modalidad ‘Speaking without Frontiers’. En esas sesiones, mentor y mentee (estudiante universitario o recién titulado con discapacidad) tratarán diferentes asuntos de interés como las competencias demandadas en el mercado laboral; los roles que pueden existir dentro de una empresa; técnicas para la búsqueda activa de empleo; la importancia del networking, y potenciar las habilidades comunicativas y relacionales en el mercado laboral mediante la ampliación de la red de contactos profesionales, entre otras cuestiones.
Para Aralar, esta experiencia resultó de lo más enriquecedora. “La verdad es que tuve mucha suerte porque el mentor que me tocó era maravilloso. Además, él personalmente ya tenía experiencia con gente con discapacidad y había ciertos temas que no eran laborales, como puede ser la autoestima, y el tener a personas que ya habían tenido trato con gente con discapacidad me ayudó un poco a relativizar y a entender ciertas cosas”, recuerda.
Pero, sobre todo, destaca Aralar, “lo primero que me llevo es un buen amigo. Necesitaba a alguien a quien contarle mis cosas y que me diera otros puntos de vista. Más que un aprendizaje concreto, sí me ayudó mucho a orientar mi futuro profesional”. Resalta también la importancia de organizaciones como Fundación Universia para favorecer la empleabilidad e inclusión de jóvenes con discapacidad, “no tanto solo por poner en contacto a empresas con gente con discapacidad sino también por la ayuda que se da a la propia persona. Hay ciertos factores psicológicos que influyen también y que creo que son importantes y que no hay que pasar por alto y creo que, a mí al menos, el mentor es la parte que más me ha ayudado”.
Impulso a la empleabilidad de las personas con discapacidad
Desde la puesta en marcha del programa Mentoring de Fundación Universia en 2019, 160 estudiantes con discapacidad han conectado con profesionales de diversas empresas que colaboran con este programa de Banco Santander. Del total de estudiantes que han participado en Mentoring en anteriores ediciones, 31 universitarios con discapacidad (un 20%) convirtieron sus prácticas en un empleo.
Ese ha sido el caso de Aralar, que después de sus prácticas se quedó trabajando en el Santander, con la suerte añadida de poder permanecer en el mismo equipo. Hasta la fecha, cuenta, “he tenido una experiencia muy buena, nunca me he sentido fuera del equipo ni discriminado. Más bien lo contrario, me han ayudado en todo lo que ha hecho falta y he tenido una experiencia muy positiva”.
El principal objetivo del programa es ofrecer a los estudiantes una visión más amplia sobre sus propios estudios y las salidas profesionales de los mismos, además de ayudarles a desarrollar las habilidades necesarias para desenvolverse en el mundo profesional, tejiendo, a su vez, una red de contactos.
Lo hace, además, creando un entorno accesible gracias a la intervención de Fundación Universia, que desde su creación ha invertido más de 15 millones de euros y ha concedido más de 3.400 becas a estudiantes con discapacidad. Y es que Banco Santander mantiene desde hace 27 años un firme compromiso con la educación, la empleabilidad y el emprendimiento. La entidad ha respaldado esta apuesta con una inversión de más de 2.300 millones de euros, el apoyo a más de 1,5 millones de personas y acuerdos de colaboración con más de 1.200 universidades e instituciones en 26 países.
Un esfuerzo que además ha sido reconocido recientemente por la revista Fortune, que incluyó a Banco Santander en su última lista 'Change the World 2023', que destaca a las empresas que contribuyen de manera significativa a resolver desafíos sociales.