España es uno de los países con mayor atractivo turístico para los viajeros. Nuestro país esconde rincones espectaculares y pueblos escondidos en medio de la naturaleza que se han convertido en una visita obligatoria para este verano.
Esto es lo que sucede con uno de los pueblos más bonitos de Ávila. Se trata, nada más y nada menos, que de Candeleda en plena sierra de Gredos, en la Ribera del Tiétar. Este pueblo tan especial se encuentra atravesado por un impresionante río que alberga piscinas naturales.
El mágico ambiente que se puede contemplar en Candeleda es único en el mundo, ya que es bonito que un río atraviese un pueblo como allí sucede. Por eso, se ha convertido en la imagen más representativa de toda la comarca.
¿Cómo es el pueblo atravesado por un río?
Candeleda es un pueblo que da una de las bienvenidas más especiales y particulares de todo el mundo. Se creó hace 3.000 años y todavía conserva las pinturas rupestres de la época en Peña Escrita, el actual Castro Vettón de El Raso.
Nada más llegar al pueblo, lo primero que se puede apreciar es su tranquilidad y belleza rural. Y es que Candeleda es mucho más que un río con piscinas naturales. En el centro del pueblo se encuentra la Plaza Mayor, que alberga el Ayuntamiento y las calles más antiguas.
Sus calles estrechas y empedradas le dan un toque muy especial y singular entre los municipios que tiene a su alrededor. Además, este pueblo desprende un aroma intimista y acogedor, de absoluta introspección, ideal para una escapada de unos días en los que buscar la paz.
Una de sus construcciones más llamativas es la Casa de las Flores, donde se encuentra el Museo del Juguete de Hojalata. Otro de sus edificios imprescindibles para visitar es el santuario de Nuestra Señora de Chilla.
Aunque, si por algo se conoce a este pueblo es por su serie de piscinas naturales de aguas cristalinas y de tonos turquesas que son perfectas para darse un baño refrescante en los días más calurosos de verano.
Eso sí, hay que hacerlo con cuidado, ya que la temperatura en líneas generales del agua suele ser muy fresca.
¿Qué hacer en Candeleda?
La tranquilidad de este pueblo permite dar largos paseos por su ruta de senderismo. A través de este recorrido se puede observar un espectacular paisaje con pozas de agua cristalina que llevan hasta la Garganta de Santa María.
Las piscinas naturales de Candeleda se encuentra en este impresionante paisaje natural. Conocidas como El Charco Carreras y El Charlo Palomas. Sin duda, este pequeño pueblo, coqueto y discreto, ofrecernos todo lo que necesitamos para una escapada de verano en la que buscamos desesperadamente huir del calor.
También se puede visitar en cualquier momento del año, ya que en función de la estación podemos emocionarnos con sus diferentes estilos de paisajes al son de los cambios de colores de la naturaleza.
Antes de marcharse del pueblo, hay que apreciar la arquitectura antigua de sus casas empedradas y las calles que llevan hasta los rincones más ocultos de Candeleda.