España es un país que destaca por la calidad de productos turísticos que ofrece. Algunos de los más interesantes son sus pueblos, especialmente aquellos que no son muy conocidos por el gran público. Y es que, aunque creamos que conocemos nuestros territorios, siempre hay tesoros ocultos y poco explorados que pueden enamorarnos. 

Una tendencia muy repetida en España es la de visitar los famosos pueblos blancos, conocidos por su particular estilo de construcción que llenan de tonos claros sus calles. Los más reconocibles se encuentran en Andalucía. Sin embargo, perdidos por nuestro país hay algunos enclaves mágicos que merece la pena conocer. 

Uno de los más bonitos y, a la vez más tranquilos, es Uga, situado en la isla de Lanzarote. Este pueblo, que recuerda a otros como Frigiliana o Grazalema, es uno de los grandes desconocidos de España. Sus casas blancas lo convierten en un municipio que parece que ha huido del sur peninsular para reunir también las maravillas que solo podemos encontrar en las Islas Canarias. Ahora, todas las guías de viaje recomiendan visitarlo al menos una vez.

El pueblo blanco más bonito

Cuando hablamos de Canarias todos pensamos en inmensas playas paradisiacas. Sin embargo, el archipiélago ofrece mucho más. Por ejemplo, está la isla de Lanzarote donde tenemos toda la zona del volcán Timanfaya, el mayor reclamo turístico y mediático. No obstante, lo que pocos conocen son los innumerables pueblos blancos que dan vida a esta espectacular isla. 

Uno de ellos es Uga, un pueblo de apenas 100 habitantes que los turistas desconocen. Por ello, es ideal para hacer una escapada buscando la paz y el sosiego. Esta es una de las zonas más antiguas de Lanzarote y está repleta de casitas bajas con un blanco impoluto, el cual contrasta con las tonalidades negras del paisaje que crea el propio Timanfaya. 

Su estilo de construcción es muy característico y su abanico de posibilidades muy amplio. Podemos disfrutar de paseos por la montaña o valorar la variedad de su vegetación donde destacan los cactus o las buganvillas de mil colores. Pero Uga no solo es famoso por su estilo arquitectónico, también lo es por su gastronomía local. Además, también esconde el mayor asentamiento de camellos de toda Canarias.

¿Qué ver en Uga?

Uga es uno de los pueblos más pequeños de todo Lanzarote y de las Islas Canarias. Sin embargo, eso no impide que tenga algunos rincones que sean de parada obligatoria para poder disfrutar de su belleza. Uno de ellos es la Iglesia de San Isidro Labrador, su gran patrón. 

Este templo se encuentra en el centro del pueblo, donde los fines de semana se organiza un mercadillo agrícola y artesanal con productos típicos de la zona. Este es un gran reclamo para los visitantes, ya que en muy poco tiempo pueden comprobar de un vistazo todas las maravillas de este espectacular pueblo.

A pesar de ser un pueblo que se podría considerar como escondido, porque recibe poco turismo, lo cierto es que tiene un acceso muy sencillo, llegando desde los núcleos urbanos más importantes y grandes de Lanzarote como son Arrecife y Playa Blanca.

Además, visitando esta zona, tendremos parada obligatoria en La Geria, la zona de las conocidas bodegas de color negro que producen el vino más famoso de la región. Además, siempre tendremos las imponentes vistas del Timanfaya dominando la escena.