No eran ni las siete de la tarde del pasado 20 de mayo y ya se veía un grupo de personas hacer cola afuera del Ateneo de Madrid. Comentaban entre ellos sobre los participantes de la velada literaria y se emocionaron al saber que aquellos escritores, periodistas y músicos que sólo veían en las pantallas, o en libros, los tendrían cerca para recordar algunos momentos muy personales que han marcado su vida.
El género literario que existe más breve es el aforismo, proviene de la palabra griega 'aphorismós'. La Real Academia Española lo define como 'una máxima o sentencia que se propone como pauta en alguna ciencia o arte'.
Los invitados a esta velada fueron: Alicia Borrachero, Alba Carballal, Marta Flich, Javier Gallego, Marta García Aller, Berna González Harbour, Sandra Ibarra, Antonio Martínez Asensio, Ramón J. Márquez, Fernando Méndez-Leite, Carmen Ro, Pedro Ruiz, Jesús Ruiz Mantilla, Cruz Sánchez de Lara, Roberto Santiago, Natalia Verbeke, Abril Zamora, el cantautor Andrés Suárez y el tándem Suburbano: Luis Mendo y Bernardo Fuste.
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"Me acuerdo de cómo crujían las hojas de morera cuando se lo comían los gusanos de seda". "Me acuerdo de mi repulsión por los calcetines de bebé y los vestidos de hilo de abeja". "Me acuerdo de esos libritos de miniatura que tenía un dibujo en la esquina que se movía si pasabas las páginas muy deprisa". Así iniciaba la actriz Alicia Borrachero, su intervención.
Alba Carballal, guionista y escritora del libro 'Bailaréis sobre mi tumba', evocaba a su padre con: "Me acuerdo de los infructuosos intentos por volverme zurda como mi padre".
Marta Martínez Nebot, presentadora de televisión, actriz y economista, conocida en el mundo artístico como Marta Flich, se detiene en un momento de su vida con su madre: "Me acuerdo del olor a hogar de mi madre cuando llegaba a casa después de trabajar".
Javier Gallego, periodista, músico y poeta, relata un pasaje anecdótico con su familia: "Me acuerdo que aprendí a imitar para el disfrute de mi familia a los locutores de las emisoras para narrar partidos ficticios en los que el Athletic siempre ganaba".
Brindar siempre por los presentes y los ausentes, es lo que viene a la memoria de la vallisoletana Sandra Ibarra, quien ganó dos veces al cáncer, cuando evoca a su abuelo y le enseñaba a leer.
“Me acuerdo de los olores de mi infancia, del jazmín y el romero del jardín en la casa de mis padres”, es la añoranza de la niñez de Cruz Sánchez de Lara, vicepresidenta de EL ESPAÑOL, abogada y escritora.
"¡Pero corre que lo perdemos!", es el grito del abuelo que le dijo una vez al subir al tren expreso en marcha a la salida de la estación de Griñón a Roberto Santiago, escritor, director de cine, guionista y dramaturgo.
Los asistentes
Y así cada invitado compartía con el público asistente, pequeños pasajes que no está en ninguna declaración en medios dedicados a jaleos o sociedad y en ese momento conocían de primera mano, los recuerdos que guardan con nostalgia a pesar del tiempo y la distancia, que los hace conectar con su pasado.
Se escuchaba a más de un asistente murmurar y susurrar al oído del que está al lado, pasajes de su vida como: "Yo también recuerdo a mi padre cuando antes de morir me decía: mi niña, no temas a la oscuridad porque yo siempre estaré cerca para alumbrarte".
Ana, de 70 años, es socia del Ateneo, hace más de cinco años, madrileña de la calle Alcalá, jubilada, afirma a EL ESPAÑOL que espacios como este le permiten sumergirse en la cultura y cada evento al que acude es una 'experiencia diferente' que le enriquece el alma. Conocía a la mitad de los participantes por las películas o programas de televisión.
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Compartir la vida
Dos rondas por cada participante que acerca ese personaje que el público suele ve como lejano o inalcansanble y que finalmente son personas que han atravesado situaciones como todos los demás, con diferentes estados emocionales que les ha tocado experimentar y que les ha dejado una huella.
Los actores Miguel Rellán y Ginés García Millán fueron los responsables de la primera edición que se realizó en enero 2024. En esta organización estuvo también el escritor, editor y gestor cultural Miguel Munárriz.
El evento contó con 20 invitados que recitaron 12 recuerdos cada uno y todo hace parecer que habrá más ediciones, como ha presagiado la presentadora del evento y periodista y agente literaria Palmira Márquez.
"Ha sido un momento conmovedor donde todos nos reconocemos en el recuerdo del otro, esto es lo que nos une, es lo que necesitamos hoy en día y es curioso la sensación que sentimos". declara a EL ESPAÑOL, el actor Ginés al finalizar el evento.
"He hablado de mi infancia, porque son mis primeros recuerdos que me llenan el alma. Ha sido precioso escuchar a los compañeros que han compartido sus experiencias. Es el código de los recuerdos y el lenguaje de la vida", así define Cruz Sánchez su participación.
El alimento para el alma, es una de las frases escrita en el prólogo del libro 'Diario de Vida', de Sandra Ibarra y es como define este encuentro entre compañeros: "Han sido recuerdos muy intensos porque cuando estás a punto de perder tu vida todo se magnifica".
"En la primera edición de los aforismos estuve de público y en esta ocasión me invitaron a unirme. La vida duele menos con arte, música, poesía y es totalmente cierto", expresa.
Mientras el ser humano tenga memoria podrá guardar como fotografías aquellos momentos anecdóticos, de dolor, de tristeza o alegría que vivieron. Por lo general transporta a la infancia, a lo que decían los abuelos o los padres. Es un lujo que no se pueden permitir aquellas personas que sufren de alzheimer y algunas veces crean una fantasía, solo para tener un referente de su pasado.