España es un país que tiene alguno de los territorios más espectaculares y singulares de todo el mundo. Pequeños pueblos casi desconocidos que llaman la atención por su estilo arquitectónico inconfundible o por surgir a partir de fenómenos únicos de la naturaleza. Maravillas paisajísticas y medioambientales que no podemos encontrar en ningún otro sitio.
Uno de los mayores ejemplos que posee España de estas joyas naturales es el municipio de Tabarca, situado en la provincia de Alicante. Tabarca es conocida por una particularidad y es que se trata de la isla habitada más pequeña de España. Es un pueblo que podría considerarse casi una aldea, ya que tiene solo 50 habitantes.
Además, solo tiene dos calles principales que vertebran toda su vida. Sin embargo, Tabarca late como la mayor de las urbes y es que hasta sus inmediaciones llegan miles de turistas cada primavera y cada verano para maravillarse con sus puestas de sol, con su playa y con su rápida salida al mar. Tabarca es sin duda alguna un lugar único.
¿Cómo es Tabarca?
Si pensamos grosso modo, diremos que España tiene únicamente dos archipiélagos, el canario y el balear. Sin embargo, nuestro país cuenta con un gran número de pequeñas islas que a veces no son tenidas en cuenta. Algunas de ellas están desiertas, pero otras sí están habitadas.
En total, se calcula que España tiene unas 200 islas desde el océano Atlántico hasta el Mediterráneo. Algunas de ellas son tan pequeñas que incluso son difíciles de encontrar, pero otras se han vuelto reclamos turísticos inigualables, multiplicando en algunas épocas del año su población por miles.
Uno de estos ejemplos es Tabarca, la isla poblada más pequeña de España. Se encuentra a unos 20 kilómetros de la ciudad de Alicante, por lo que supone el lugar perfecto para hacer una escapada de unas horas. Además, también está realmente cerca del cabo de Santa Pola.
La isla de Tabarca está formada realmente por varios pequeños islotes: Nao, La Galera, La Cantera y la propia Tabarca. Su extensión es de 1.800 por 400 metros y alberga a unos 50 habitantes en todo el año. Sin embargo, con la llegada del calor puede llegar a tener más de 10.000 visitantes diarios. Por eso, en ciertos momentos se tiene que preparar para las masificaciones.
¿Qué ver en Tabarca?
Tabarca está considerado un pequeño paraíso en pleno Mediterráneo. Es un municipio diminuto, ya que se puede recorrer en cuestión de minutos. Solo tiene dos calles principales, seis callejones, una plaza y unos pocos establecimientos abiertos entre tiendas y locales destinados a los turistas como restaurantes o tiendas de souvenirs.
El resto de las construcciones son hoteles, donde hay hasta diez, y apartamentos vacacionales para los visitantes. El valor de la isla lo marca que la totalidad del territorio está declarada Conjunto Histórico Artístico y Bien de Interés Cultural. Además, sus aguas son Reserva Natural Marina.
El tamaño de la isla permite recorrerla a pie en un solo día como ya hacían en la antigüedad los romanos o los musulmanes. Su situación geográfica es muy interesante tanto desde el punto de vista de la defensa militar como del comercio.
La isla tiene un aspecto muy particular, ya que se encuentra fortificada. Cuenta con una muralla de piedra que cubre todo el perímetro, con caras exteriores en sillería y unas almenas casi desaparecidas. Esta cuenta con tres entradas que siguen en pie: la Puerta de San Rafael junto al puerto, la Puerta de San Gabriel y la Puerta de San Miguel. Otro de los puntos más destacados de Tabarca es la Iglesia de San Pedro y San Pablo, un templo barroco del año 1779.
Aunque Tabarca es conocida por sus impresionantes vistas al mar, esta particular isla es mucho más. No hay que marcharse de allí sin visitar la Casa del Gobernador, las Cuevas del Llop Marí y el Museo de Nueva Tabarca. Además, si damos un paseo por sus calles, podremos disfrutar de la Torre de San José del siglo XV o el faro del siglo XIX.
Y como no podía ser de otra forma, Tabarca también tiene playa. Además, se puede llegar hasta ella desde diversos puntos, realizando rutas muy diferentes. Allí podremos descubrir algunas calas maravillosas como Cales de Birros i la Guàrdia. Y por último, podremos disfrutar también de impresionantes trayectos en barco.