Decir que las japonesas tienen un cutis maravilloso, no es descubrir nada nuevo. Por lo general, tienen una piel perfecta, sin imperfecciones, tersa y sin arrugas. De hecho, suelen ser un referente respecto a la dedicación y los cuidados que le dan. Motivo por el que cada vez más, y pese a los avances cosméticos, las técnicas ancestrales japonesas siguen formando parte de las rutinas de belleza antienvejecimiento de las mujeres de todo el mundo. Ahora, gracias a la cuenta de TikTok 'magnoliashowroom', sabemos cuál es el truco simple pero efectivo que puede ayudar a lucir una piel joven.
Las mujeres del país nipón cuidan especialmente su piel, con rutinas de belleza muy específicas y no se hacen las remolonas, todo lo contrario, son muy concienzudas y las practican a diario. Son varios los factores que hacen que las japonesas presuman de tener la mejor piel del mundo: además de su agradecida genética, se protegen exhaustivamente contra el sol, llevan una alimentación rica en antioxidantes y siguen una completa rutina de belleza denominada el ritual Saho.
Esta técnica milenaria es muy común entre las japonesas, ya que es muy fácil y ofrece resultados increíbles. Tal y como explican en el perfil de TikTok @magnoliashowrom, el saho es una práctica vinculada al ritual del té japonés, muy presente en la cultura oriental. Lo que distingue a la rutina japonesa de tantas otras, es su forma de aplicar los cosméticos de forma duplicada.
El ritual Saho japonés comienza con una doble limpieza, fundamental para su rutina. Primero, se limpia el rostro con un limpiador cremoso, ya sea una fórmula en leche o aceite. Luego, se lava nuevamente con un jabón a base de agua que genere espuma. Esta combinación asegura que todos los residuos de maquillaje, suciedad y contaminación sean eliminados, dejando los poros impecables.
Así pues, una vez está la piel limpia, hay que comenzar con la doble hidratación. Consiste en colocar una toalla de manos caliente sobre el rostro durante uno o dos minutos, lo cual ayuda a abrir los poros para que el siguiente paso sea más efectivo. Luego se trata de aplicar un poco de sérum o contorno de ojos, para luego sellarlos con una crema hidratante, y que tu rostro se mantenga fresco.
Después de que la piel haya absorbido los productos anteriores, se coge un poco más de crema facial, calentándola en las manos hasta que su textura sea más ligera. Luego, se aplica en el rostro con masajes circulares. A continuación, sin añadir más crema, se calientan nuevamente las manos y se presionan suavemente sobre la piel, como si se dieran pequeños golpecitos.
Como debe de ser, el protector solar es el paso final de la rutina de belleza de las japonesas y no es para menos, debido a que este producto defiende la piel de los radicales libres y protege contra los signos del envejecimiento.