España es un país que tiene infinitos rincones que son desconocidos para el gran público. Ahora que se acerca el verano, muchas personas buscan pequeños parajes a los que poder escaparse para tener una experiencia refrescante y que nos permitan huir del calor sofocante que siempre suele hacer durante los meses de julio y agosto.
Uno de los más curiosos y espectaculares, pero que a la vez es muy poco conocido en toda la península, es el Salt de la Foradada. Un pequeño rincón situado en Cataluña, en la provincia de Lleida, donde podemos disfrutar de una de las cascadas más impresionantes de toda Europa.
Se trata sin duda de un lugar único en España y que podemos encontrar si viajamos hasta la comarca de Osona. Este es un punto que ha registrado un gran aumento del turismo en los últimos tiempos y es que se podría decir que su belleza singular se ha puesto de moda para todos aquellos que llegan hasta allí.
¿Cómo es la cascada de la Foradada?
El Salt de la Foradada es una de las cascadas más bonitas de Cataluña y de toda España. Durante esta época de finales de la primavera y principios del verano registra uno de los puntos en los que se muestra con mayor esplendor. Eso es así porque tiene un gran caudal debido a las últimas lluvias que han caído en la zona.
Los ríos y arroyos de la región han crecido considerablemente y eso ha provocado que esta cascada se haya convertido en un gran torrente de agua con una imponente caída. La belleza de este paraje singular ha hecho que esta cascada sea conocida como el pequeño Iguazú. Las cataratas de este conocido río se incluyen en la lista de las más importantes de todo el mundo.
La Foradada es una cascada que se precipita sobre una piscina de rocas y que cuenta con un característico arco natural que le da nombre y que se muestra abierto en una garganta fluvial. Esta particular catarata tiene una brutal caída a toda velocidad de más de 15 metros de altura provocando un sonoro impacto constante.
Además, está cincelada sobre paredes de rocas y termina en una poza de aguas limpias y cristalinas que constituyen una piscina natural. Este lugar idílico, perfecto para hacer una escapada, se encuentra escondido en mitad de la naturaleza. No obstante, es de muy fácil acceso, ya que puede llegar hasta él casi cualquier persona sin esfuerzo, tan solo con un breve paseo de unos kilómetros.
Hay varias rutas de senderismo que se dirigen hasta la zona, las cuales recorren diferentes puntos del Valle del Collsacabra, en Cantonigròs. Esta particular cascada se sitúa dentro del Collsacabra, una comarca natural de la Cataluña más interior.
Además, está situada entre los territorios de Osona, La Garrotxa y La Selva. En líneas generales, es una zona protegida entre las cordilleras Prelitoral y Transversal, con acantilados hacia el sur y levante, debidos a la erosión del Ter.