España es un país que crece de la mano del turismo. Año tras año, nuestras fronteras reciben la llegada masiva de visitantes del extranjero, pero también de personas que desde dentro deciden visitar los lugares tan maravillosos que tenemos. En los últimos tiempos, los destinos turísticos que se han puesto de moda son los pueblos, y es que en España podemos encontrar algunos de los más bonitos del mundo.
Sin embargo, con la llegada del verano, lo que más tirón tienen son los pueblos que pueden ofrecer playas preciosas, muchas veces desconocidas, o que ofrezcan algún lugar en el que darnos un buen baño, un chapuzón refrescante que nos rescate de las penurias del verano.
Y una de las mejores opciones que tenemos de cara a este verano es conocer Garachico, un pueblo que no es muy conocido en la península, pero que enamora a todo aquel que lo visita. Se encuentra en el archipiélago canario y llama la atención por sus impresionantes piscinas naturales.
¿Cómo es Garachico?
Si tienes planeado un viaje de unos pocos días y pretendes encontrar un lugar que no esté masificado, pero en el que poder disfrutar de un terreno precioso y con posibilidad de darse un baño, Garachico puede ser tu destino perfecto. Se trata de un pequeño municipio situado al noreste de Tenerife.
Un pueblo pesquero de tradición familiar en el que encontrar un trato cercano y disfrutar de su deliciosa gastronomía, de playas paradisiacas y de su arquitectura pintoresca. Garachico, año tras año, se consolida como una de las mejores opciones para hacer un turismo diferente, pero igualmente divertido.
Este diminuto municipio canario es uno de los mejores exponentes de la belleza tinerfeña, ya que está considerado como uno de los más bonitos de la isla. De hecho, en el año 1994 fue declarado Bien de Interés Cultural gracias a que conserva un precioso patrimonio histórico-artístico.
¿Qué ver en Garachico?
Garachico es un pueblo que está marcado por dos factores. Uno histórico, como es su tradición pesquera. Y otro más actual, el que gira en torno a su exposición como propuesta turística. Y es que la belleza de este municipio canario no deja indiferente a nadie. Situado en la zona norte de la isla, muy cerca del Puerto de la Cruz, cuenta con diferentes puntos de gran interés.
Uno de ellos es calentón, zona que cuenta con las vistas más conocidas y espectaculares de este pueblo. Desde allí podemos darnos cuenta de todas las maravillas de la zona. En Garachico podemos disfrutar de todo, ya que tiene preciosas playas como la del Muelle o la de El Guincho o miradores como el de La Culata.
Sin embargo, allí lo más demandado no son sus playas, sino que todos se mueren por visitar la zona de piscinas naturales, únicas en todo el mundo. Además, tienen un curioso origen, ya que estas se formaron como consecuencia de la lava que cayó del volcán Trevejo en el siglo XVIII.
¿Cómo son las piscinas naturales de Garachico?
Disfrutando de las bondades de Garachico llegamos hasta su punto más interesante, la mencionada zona de piscinas naturales, surgidas tras el enfriamiento de coladas de lava del Trevejo. Estas calderas o charcos, ideales para darnos un baño relajante, surgieron durante la erupción volcánica que ocurrió en 1706.
Las piscinas naturales se llenan y se vacían de aguas frías en función de las oscilaciones de la marea, creando un espectáculo natural único. Además, junto a las piscinas de Garachico, también tenemos obligación de parar en el Roque, cuyas paredes verticales, a escasos metros de la costa, son el refugio de numerosas aves migratorias.