España recibe cada año decenas de millones de turistas. De hecho, es el segundo país de Europa, solo superado por Francia, que más visitantes acoge. Muchos de ellos buscan las maravillas que ofrece nuestro clima y, sobre todo, nuestras playas. Y es que todo el litoral nacional puede competir con los países más espectaculares del mundo.
Uno de los estados que mayor oposición presenta a España es Grecia. Otro país reconocido por su belleza y por su estilo arquitectónico particular. Playas inmensas de arenas finas, aguas azul turquesa y 'casitas' blancas. Dentro de este territorio encontramos un punto que es reclamo de millones de personas cada año. Se trata de Santorini.
Sin embargo, como decíamos, España no tiene nada que envidiarle a otras zonas espectaculares y por eso también cuenta con su propio Santorini. Se trata de la zona de Caños de Meca, donde podemos hallar una de las playas más espectaculares del mundo. Un enclave que, además, mantiene su belleza salvaje en muchos puntos.
¿Cómo es Caños de Meca?
Caños de Meca es uno de los puntos estrella de nuestro litoral. Una de las zonas más turísticas del sur de España y que cada verano multiplica su población. Habitualmente, este núcleo costero situado en el término municipal de Barbate no llega a los 300 habitantes. Sin embargo, en cuanto aprieta el calor, la llegada de visitantes se dispara.
Este pequeño pueblo gaditano cuenta una de las playas más bonitas de todo el país. Se trata de la Playa de Los Piratas, también conocida directamente como la playa de Caños de Meca. Destaca por la suavidad de su arena y por lo cuidado de sus aguas, las cuales suelen ser más frías que las de zonas más cercanas al Mediterráneo. Aquí, todavía se nota la influencia del Atlántico más salvaje.
Para todos aquellos que sueñen con unas vacaciones en Santorini, pero que no se quiera ir tan lejos o que no quieran gastar tanto dinero, Caños de Meca es la mejor opción. Destaca por tener un estilo arquitectónico muy particular, también marcado por sus casas blancas encaladas y encaramadas en las montañas y sus característicos techos azules.
Caños de Meca es un paraíso casi sin parangón en España, dominado por sus playas vírgenes de arenas doradas donde es un gusto pasear mientras cae el sol. Antes podremos darnos un baño refrescante en sus costas para huir de las altas temperaturas del verano.
Este pequeño pueblo que pertenece a Barbate se origina de una forma muy particular, ya que nace bajo un acantilado. Una de sus mayores virtudes es que ofrece oportunidades para todos los públicos, desde aquellos que buscan playas arenosas y tranquilas hasta aquellos que prefieren algo más movido, con zonas rocosas y fuertes oleajes en los que poder practicar deportes como el surf.
Durante los últimos años, el mestizaje de diferentes sectores de la sociedad ha sido una de las grandes señas de identidad de este enclave. Desde la gran cantidad de personas 'hippies' que lo tomaron como lugar habitual de veraneo hasta las familias que allí se asentaron dando forma a un turismo más tradicional.
Las maravillas de Cádiz
Otro de los grandes puntos a favor de Caños de Meca es que se encuentra en una provincia idílica para estas fechas como es Cádiz. Allí podemos disfrutar de todo tipo de parajes y, sobre todo, de algunas de las playas más bonitas del mundo. Para mucho, Cádiz ya es la California de Europa.
De hecho, la Playa de Los Piratas es conocida en todo el mundo por su ambiente bohemio y alternativo. Allí podremos disfrutar de un día único entre sus chiringuitos con música en vivo y un ambiente muy festivo. Pero todo Cádiz ofrece lugares similares, ya que es una provincia a la que acuden muchas personas para disfrutar de estos entornos y de deportes como el surf, el kitesurf o el windsurf.
Por si fuera poco, las playas de Cádiz son muy conocidas también por ser un lugar perfecto para practicar deportes submarinos, y es que es tan bonita en la superficie como bajo las aguas. Y sin salir de Caños de Meca podremos disfrutar de otra de las grandes maravillas de Cádiz como es el Faro de Trafalgar, donde se encuentra el cabo del mismo nombre.
Pero Cádiz y Caños de Meca no solo ofrecen un entorno perfecto a los amantes de las playas, sino también a aquellos que buscan el esplendor de la naturaleza, ya que esta costa se sitúa en pleno Parque Natural de La Breña y Marismas del Barbate. Allí abundan los paisajes de acantilados y pinos.
Estos son conocidos sobre todo porque dan nombre a esta playa con sus 'caños', manantiales de agua dulce que brotan de los acantilados y que crean pequeñas cascadas que desembocan directamente en la playa, proporcionando un contraste único entre el agua dulce y el agua salada del mar.