Pamplona ha celebrado este lunes su segundo encierro de San Fermín. Los toros de la ganadería gaditana Cebada Gago han protagonizado una carrera algo peligrosa, pero más limpia que la del domingo, cuando se vivieron momentos de pánico. En este caso, seis personas han resultado heridas, ninguna de ellas por asta de toro.
El segundo encierro de los Sanfermines ha dejado varios momentos de tensión e imágenes de peligro a lo largo del recorrido, que ha durado un total de 2 minutos y 40 segundos. Una carrera que ha contado con un gran número de corredores en las calles, aunque menos que en la jornada anterior.
Los astados han partido puntuales a las ocho de la mañana de los corrales de Santo Domingo, tras los tradicionales cánticos en honor del santo. Agrupada y encabezada por los cabestros, la manada han emprendido su camino a gran velocidad y así ha entrado en contacto con los primeros mozos que les esperaban en la cuesta de Santo Domingo.
El grupo ha comenzado a estirarse ya en este tramo, cuando uno de los astados se ha quedado un poco rezagado, sin llegar a perder el contacto, dirigiéndose así hacia la plaza Consistorial donde los toros han empezado a adelantar posiciones y abrir huecos entre caídas de los mozos.
Una de las imágenes más impresionantes se ha producido en la curva de Mercaderes, donde un corredor ha caído en la cara de uno de los Cebada Gago, que afortunadamente no le ha corneado.
El peligro ha vuelto de nuevo a incrementarse en la curva de Telefónica, donde uno de los bureles ha caído al suelo, con dificultades para incorporarse, a lo que le han ayudado varios mozos, levantándose finalmente y emprendiendo el camino hacia el coso pamplonés.
Los toros han entrado en la plaza de Pamplona sin incidencias. El último astado en entrar, Desgreñado, ha sufrido una rotura de un cuerno y será sustituido en la corrida de esta tarde, donde los toros serán lidiados por Juan Leal, Román e Isaac Fonseca.
Un total de seis personas han resultado heridas en el segundo encierro de San Fermín. Al menos cuatro por contusiones y uno por hemorragia en cara. Por el momento, no hay heridos por asta de toro.
Escenas de pánico en el primer encierro
El primer encierro de San Fermín, celebrado el domingo 7 de julio, fue más agitado. Los astados de la ganadería gaditana de La Palmosilla inauguraron las tradicionales carreras, que dejaron seis personas heridas, una de ellas por asta de toro.
La primera parte de la carrera fue veloz, aunque algo atropellada, con varios corredores cayendo a lo largo del trayecto y una manada rota y muy estirada desde la calle Estafeta. Los momentos de mayor tensión del encierro, que duró cuatro minutos y siete segundos, se vivieron en la plaza de toros de Pamplona, cuando dos astados se dieron la vuelta y estuvieron casi dos minutos en el coso, sembrando el peligro.
Los dobladores se esforzaron por guiar a chiqueros a los astados, pero estos no hicieron caso, y siguieron dando vueltas. A su vez, otras personas que estaban en la plaza citaron y distrajeron a los toros, lo que dificultaba la tarea de los dobladores, hasta que finalmente accedieron a los corrales.
Sin embargo, pese a los momentos de tensión, los toros no llegaron a embestir a los mozos y, tras cuatro minutos y cuatro segundos de carrera, accedieron a los chiqueros. Los toros fueron lidiados por la tarde por los diestros Diego Urdiales, Fernando Adrián y Borja Jiménez.