Si buscas un país en el que veranear y en el que dar rienda suelta a la afición por el turismo, pocos lugares ofrecen tantas posibilidades como España. Aquí puedes disfrutar de miles de maravillas escondidas que pasan desapercibidas para el gran público y que ofrecen la ventaja de ser lugares poco masificados. 

Uno de los más espectaculares de España se encuentra en el sur, en la región de Almería. En esta particular provincia podemos disfrutar de una pequeña villa pesquera que es conocida por sus bonitas playas y por combinar maravillas naturales como sus aguas cristalinas o sus formaciones volcánicas. 

Esta pintoresca localidad se encuentra además en una de las reservas españolas de la Biosfera más espectaculares. Y en los últimos años se ha consagrado como uno de los mejores lugares para visitar si buscamos un paraje singular en el que disfrutar de la tranquilidad y de las placenteras vistas de la orilla del mar. Se trata de la Isleta del Moro

¿Cómo es la Isleta del Moro?

La provincia de Almería guarda uno de los parajes más bonitos de toda España y de mayor valor natural. Se trata del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar. Este es uno de los espacios naturales protegidos más reconocidos de nuestro país debido a su alto valor ecológico. Por ello es Reserva de la Biosfera. 

Una de las cuestiones que no se conocen sobre esta zona es que la región volcánica más extensa y de mayor relevancia ecológica de todo el Mediterráneo. Y dentro de ella podemos encontrar un pueblo encantador surgido en torno a una villa de pescadores. Esta es la Isleta del Moro, un área que es remanso de paz y playas vírgenes que se combinan con el abrupto aspecto sus acantilados. Además, se trata de una zona en la que destaca la riqueza de su biodiversidad marina y terrestre.

La Isleta del Moro se encuentra a unos 40 kilómetros de la ciudad de Almería, en una pedanía del municipio de Níjar. Destaca por su carácter tranquilo, el que le dan los poco más de 170 habitantes que en ella viven. Una población que se multiplica, eso sí, en verano por la llegada de turistas. 

Estos acuden para disfrutar de su ambiente tradicional, sus calles estrechas y su patrimonio histórico marcado por sus casas encaladas y calles estrechas. Su bonito aspecto le ha llevado a protagonizar miles y miles de postales. Además, su puerto da cabida a embarcaciones en las que todavía se llevan a cabo labores artesanales de pesca. 

La fama de este lugar poco masificado se debe no solo a la belleza de sus rincones, sino también a su poder cinematográfico. Allí se rodaron escenas de películas como El pájaro de la felicidad (1993), Un día sin fin (2005), Terminator: Dark Fate (2018)o el cortometraje Sea-Mail (2007). Además, también se han rodado ahí escenas de la serie Veneno.

¿Qué hacer en la Isleta del Moro?

Esta región es especialmente visitada por las personas que son amantes del buceo, ya que la región permite disfrutar de las profundidades gracias a sus aguas cristalinas. La playa más grande es la del Peñón Blanco, que mide unos 400 metros de longitud y está formada por arena fina. Sin embargo, no es la única. 

También destaca la cala del Toro, una de las más buscadas ya que para acceder a ella tenemos que atravesar un pequeño bosque de pinos, palmeras y un arroyo con cañaverales, creando una diversidad de paisajes increíble. Esta cala es un ejemplo perfecto de naturaleza salvaje volcánica, aunque el acceso al agua no es sencillo por sus bolos y piedras gruesas. 

También es una zona muy frecuentada por senderistas por las infinitas rutas que allí podemos realizar, acercándonos a los diferentes miradores para observar puntos como los Escullos o los Frailes. Esta región es conocida además por tener una gastronomía muy rica y por su tradición histórica, ya que sus orígenes se remontan a la época fenicia, en el siglo VII a. C. De hecho, su nombre se debe a una pequeña isla cercana que, según la leyenda local, fue refugio de un líder moro durante la ocupación árabe de la región.