España es un país que vive por y para el turismo. Esta organización tiene una doble cara. Por un lado, aporta riqueza y actividad laboral. Pero por otro, supone perder un punto de paz y de tranquilidad, especialmente en épocas como el verano. Por ello, algunas zonas como, especialmente del litoral, se encuentra atravesando una profunda crisis con la llegada masiva de visitantes.
Uno de los motivos por los cuales se han multiplicado estos problemas en los últimos años es por el aumento de la repercusión de los influencers y creadores de contenido. Personajes de fama nacional e internacional que aprovechan su posición privilegiada para viajar por nuestro país dejando un rastro en las redes sociales de sus movimientos, los cuales luego son seguidos por miles y millones de personas.
Que uno de estos líderes de masas suba a sus redes sociales una foto de la espectacular playa en la que se encuentra provoca que después muchos de sus seguidores quieran acudir a ella en sus vacaciones. Y así con los amigos de estos seguidores, y con los amigos de los amigos de los seguidores... Una cadena que amenaza con terminar con nuestro litoral y que ya es un problema real en zonas como las islas Canarias o las Baleares.
El hartazgo, la impotencia y el descontento de las personas que residen en estos lugares ha ido in crescendo en los últimos años, cuando esta problemática ha tomado cotas inimaginables. Playas y calas que antes eran casi secretas y que solo conocían los autóctonos de una zona se han ido promocionando hasta colapsarse. Así sucede con la Cala des Moro, una de las más espectaculares del mundo y que ha pasado de ser un oasis de paz y belleza a la masificación más absoluta, recibiendo casi 4.000 personas al día.
Para intentar acabar con este fenómeno ha surgido una tendencia en redes sociales que se denomina dontag. El objetivo es volver a convertir estos lugares, y los que todavía no han caído en la masificación exacerbada, en pequeños paraísos secretos que podamos encontrar cuando veraneamos en una zona, y no en el reclamo para millones y millones de turistas.
¿Qué es el 'dontag'?
Para muchas personas, que influencers y creadores de contenido hagan promoción de determinados lugares se ha convertido en un gran problema. Generalmente, son sitios pequeños que no están preparados para la acogida masiva de followers enloquecidos. El resultado final es que estas playas y calas pasan de ser paraísos naturales a enclaves destrozados.
Por ello, cada vez es más difícil encontrar a personas propias del lugar en este tipo de zonas. Solo verás turistas y viajeros que han conocido dicha playa a través de las redes sociales, generándose un efecto llamada que va camino del desastre. Para intentar paliar este tipo de situaciones han surgido ya varias iniciativas.
Una de las más curiosas y extendidas es el dontag. Es decir, la 'no etiquetación'. Es un movimiento que se ha hecho fuerte en redes sociales y que debe su origen al verso de una canción del artista puertorriqueño Bad Bunny. En su tema Me fui de vacaciones, Bad Bunny deja una frase que hoy es un lema para los autóctonos: "Si subo el location ya no es un secret spot".
Un secret spot es precisamente un lugar secreto. Lo que Bad Bunny quiere decir con estas palabras es que si revelamos en cada momento donde estamos, nunca podremos estar en un lugar secreto. Por ello, el dontag cada vez gana más fuerza, para instar a los visitantes a no revelar las localizaciones exactas de las playas y calas a las que viajan.
No se trata de no utilizar las redes sociales, ya que se puede seguir mostrando la belleza de los lugares que visitamos, sino de ocultar esa localización de la que habla Bad Bunny para evitar el poderoso efecto llamada de Instagram y TikTok, el cual tiene una potencia incalculable en personas que acumulan cientos de miles o millones de seguidores.
Poco a poco, cada vez más influencers van entendiendo y aceptando este concepto para proteger así lugares maravillosos de nuestro país. Un caso muy habitual es el de Laura Escanes, quien suele veranear con frecuencia por Baleares, especialmente por Menorca, y que no revela sus secret spot. Todo por no contribuir a la degradación de las islas y playas de nuestro bello país.
Los carteles falsos
Esta no es la única tendencia que se ha puesto de moda para intentar proteger determinados puntos de España. Otra que ha ido ganando fuerza con los años, especialmente en áreas frecuentadas por turistas extranjeros, es la de poner carteles falsos.
Estos avisan en inglés o incluso en alemán de peligros que realmente no existen o que son menores, provocando la huida y la espantada de estos turistas. Sin embargo, debajo se aclara en castellano o en lenguas como el catalán o el valenciano que se trata de una falsa alarma para ahuyentar a estas personas que terminan provocando masificaciones.
Otra de las falsedades que se ha puesto de moda entre protectores autóctonos y asociaciones de activistas es contaminar con comentarios inventados ciertas publicaciones en redes sociales o portales de anuncios. Cuando detectan que una playa o un área sensible se pone de moda a raíz de un vídeo o un post, inventan historias o publican comentarios falsos criticándola para reducir el efecto llamada.
En paralelo, han surgido también algunas asociaciones como Mallorca Platja Tour, que arrancó su actividad en el mes de junio y que organizó una protesta en la conocida Cala des Moro para alertar de los peligros y ahuyentar a los turistas.