Hace menos de un mes le dimos la bienvenida al otoño, despidiéndonos de las altas temperaturas del verano. Con el cambio de estación, los niños han regresado a las aulas y han retomado su rutina escolar, mientras que los adultos vuelven al trabajo tras las vacaciones.
No obstante, como cada año, el otoño introduce una importante novedad para la que ya quedan pocos días. Se trata del cambio de hora para adoptar el horario de invierno. En concreto, los españoles deberemos adelantar los relojes una hora y a las 3 de la mañana serán las 2. A partir de entonces, anochecerá y amanecerá una hora antes que durante el verano.
La bienvenida al horario de otoño ocurrirá en muy pocos días. En concreto, los españoles deberemos adelantar nuestros relojes el último domingo del mes, es decir, en la madrugada del sábado 26 al domingo 27 de octubre. Este nuevo horario se prolongará durante cinco meses, hasta el 30 de marzo, fecha en la que habrá un nuevo cambio para recuperar el horario de verano actual.
De esta forma, desde el domingo 27 de octubre, en algunas zonas de España se hará de noche antes de las 18:00 horas. No obstante, otras podrán apurar los rayos de sol casi una hora más. A su vez, también amanecerá antes.
Al adelantar el reloj, se obtiene una hora extra de sueño, lo que puede ser beneficioso, aunque los cambios de hora también suelen provocar desajustes temporales de los patrones de sueño. Y es que algunas personas tardan varios días en adaptarse a la nueva rutina de sueño, lo que puede provocar cansancio y una alteración del rendimiento y el estado de ánimo.
¿Por qué se cambia la hora?
El cambio de hora es una medida que se realiza dos veces al año en España y tiene por objetivo ajustar la jornada laboral con las horas de luz diarias.
De esta forma, se contribuye al mejor aprovechamiento de la luz natural y, por tanto, al ahorro de energía. Y es que, al adelantar los relojes una hora, amanece más temprano y se produce un reajuste de los horarios de la población a las horas de luz.
El origen del cambio de horario está en el siglo XVIII, cuando el científico y embajador de Estados Unidos en Francia Benjamin Franklin propuso por primera vez este cambio con el objetivo de ahorrar en energía. Aunque la propuesta no prosperó, sentó precedente para que, 200 años después, alguien volviera a tener en consideración esta medida.
El cambio de hora finalmente se llevó a cabo en 1918 en Estados Unidos con el objetivo de ahorrar combustible, aunque no fue hasta la Segunda Guerra Mundial cuando el gobierno del país obligó a todos los estados miembro, por mandato oficial, a establecer el horario de verano para ahorrar recursos y energía. A día de hoy, casi 70 países del mundo aplican el horario de verano.
El cambio de hora en España
En el caso de España, hasta el 1 de enero de 1901 se utilizaba el horario solar y la hora, a nivel oficial, se regía por el meridiano de Madrid. No obstante, el cambio de hora no llegó hasta 2018, aunque hay que tener en cuenta que entre 1920 y 1925 y entre 1930 y 1936 no se adelantaron o atrasaron los relojes.
Posteriormente, fue el 7 de marzo de 1940 cuando Francisco Franco decidió que España tuviera el mismo horario que la Alemania de Hitler y los países de Europa Central. Finalmente, fue definitivo en el año 1973 debido a la terrible crisis del petróleo que asoló el mundo.
Hoy en día, hay un gran debate entre quienes defienden que se mantenga el cambio de horario actual y quienes optan porque se establezca una misma hora para todo el año, sin importar la época en la que nos encontremos.
No obstante, los cambios de hora están fijados por Decreto Ley hasta 2026, después de que fuesen aprobados por parte del Gobierno hace dos años, en un momento en el que ya se planteaba la posibilidad de unificar el huso horario para que llegue a su fin la práctica de atrasar o adelantar los relojes dos veces cada año. Por tanto, habrá que esperar al menos hasta entonces para saber si esta medida llega a su fin.