Los españoles diremos adiós este mes de octubre al horario de verano, mientras que daremos la bienvenida al de invierno. En concreto, deberemos atrasar nuestros relojes el último domingo del mes, es decir, en la madrugada del sábado 26 al domingo 27 de octubre.
De esta forma, a las 3 de la mañana serán las 2, por lo que tendremos una hora más de tiempo en nuestro día. Este nuevo horario se prolongará durante cinco meses, hasta el 30 de marzo, fecha en la que habrá un nuevo cambio para recuperar el horario de verano actual.
El cambio de hora es un ajuste exigido por la Directiva 2000/84/CE de la Unión Europea para aprovechar mejor las horas de luz natural y, de esa forma, ahorrar energía.
Y es que, a partir de este domingo, anochecerá y amanecerá una hora antes que durante el verano. De esta forma, en algunas zonas de España se hará de noche antes de las 18:00 horas. No obstante, otras podrán apurar los rayos de sol casi una hora más.
A su vez, también amanecerá antes. En concreto, en Galicia saldrá el sol a partir de las 8:00 horas, mientras que en Menorca lo hará desde las 7:00. Por tanto, la diferencia de hora a la que amanecerá o anochecerá entre el lado más occidental y el más oriental de la Península será de casi una hora.
Cómo afecta a nuestra salud el cambio de hora
Al atrasar nuestros relojes y pasar de las 03:00 a las 02:00 horas, ganaremos una hora de sueño. Esto puede ser beneficioso para nuestra salud, ya que ayudará a reducir la fatiga acumulada y a reajustar el ritmo circadiano, al sincronizarse mejor el ciclo de sueño con los patrones de luz natural.
No obstante, muchas personas experimentan una gran dificultad para adaptarse al nuevo horario. Y es que el cambio de hora altera el tiempo de exposición al sol y desequilibra nuestro reloj interno, que puede tardar varios días en reajustarse. De esta forma, durante los primeros días pueden aparecer signos como somnolencia y cansancio.
La alteración del ciclo de sueño tiene efectos emocionales que son desconocidos para muchos. Y es que puede afectar la capacidad del cerebro para procesar y retener información.
Varios estudios han demostrado que incluso ligeros cambios en los patrones de sueño pueden reducir nuestra atención y concentración, haciéndonos más propensos a cometer errores o perder el hilo de tareas complejas.
Los cambios en el sueño y los ritmos circadianos pueden tener efectos en el sistema cardiovascular, según indican varios estudios. Aunque el cambio de hora en otoño es menos perjudicial que el de primavera, el reajuste del reloj interno puede incrementar el estrés del cuerpo, afectando el ritmo cardíaco y aumentando ligeramente el riesgo de accidentes cardiovasculares en personas vulnerables.
No obstante, todos estos efectos suele ser temporales y tan solo duran unos días hasta que el cuerpo se ajusta al nuevo horario. En cualquier caso, si se prolongan mucho en el tiempo, es recomendable acudir a un especialista.
Consejos para sobrellevar el cambio horario
Los efectos del cambio de hora varían entre personas, pero es común que se experimente una ligera disrupción del bienestar durante los días posteriores. Para minimizar estos impactos, los expertos dan una serie de recomendaciones.
Según indica Mapfre, es aconsejable realizar ejercicio físico suave, como dar paseos o correr de forma relajada. Esto puede "ayudar a avanzar el reloj interno, al aumentar la concentración de serotonina y de otros neurotransmisores en el cerebro".
Por otro lado, puede ser beneficioso exponerse a la luz solar durante una o dos horas en los días posteriores al cambio de horario, de forma que se sincronicen los ritmos desestabilizados, según indican en Mapfre. En este sentido, algunos expertos sugieren la ingesta, bajo indicación médica, de melatonina durante unos días para regular los ciclos de sueño y vigilia en las personas sensibles.
En cualquier caso, es importante intentar adaptarse al cambio horario desde unos días antes, especialmente en las personas vulnerables, a las que se aconseja hacer "pequeños cambios graduales y progresivos de diez minutos cada día en el sentido del próximo cambio de horario" desde una semana antes.