Anuncios en una inmobiliaria. Eduardo Parra / Europa Press

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Sociedad

Soy experta inmobiliaria y esto va a pasar con el alquiler: “Más de la mitad de los propietarios subirán precios...”

Te contamos cuáles serán las consecuencias de aplicar el nuevo índice que se usa a la hora de actualizar los contratos.

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Encontrar vivienda de alquiler se está convirtiendo en una carrera de fondo en la que, incluso, hay procesos de selección por parte de los propietarios. Y todo porque la oferta no es suficiente para satisfacer la demanda y los arrendadores buscan seguridad.

Una de las novedades para este año es la llegada del Índice de Referencia de Arrendamientos de Vivienda (IRAV). Se trata de una figura contemplada en la Ley de Vivienda, y viene a sustituir al IPC como índice para actualizar el precio del alquiler.

Este nuevo índice para actualizar los contratos de arrendamiento se define como el valor mínimo entre la tasa de variación anual del IPC, la tasa de variación anual de la inflación subyacente y la tasa de variación anual media ajustada.

¿Qué va a pasar con el precio del alquiler?

Es la pregunta que se hacen quienes quieren vivir de alquiler y, quienes ya lo están, ven cómo se acerca el final de su contrato. “Más de la mitad de los propietarios prevén subir los precios de sus inmuebles en alquiler por encima del Índice de Referencia de Arrendamientos de Vivienda (IRAV) una vez que finalicen sus contratos”, afirma María Matos, directora de Estudios de Fotocasa.

En concreto, y según una encuesta de Fotocasa Research, el 30% de los arrendadores quieren establecer un precio más alto que el establecido por el índice. Otro dato a resaltar es que uno de cada cinco afirma que buscará directamente a inquilinos que puedan asumir un pago mayor. Y un 10% está decidido a vender su vivienda una vez finalice el contrato actual de alquiler.

También es un dato interesante que el 9% destinará su inmueble al alquiler vacacional así como que un 8% se planteará comprar una vivienda como inversión. En definitiva, un 62% de los propietarios tienen prevista alguna medida para hacer frente a los límites de la Ley de Vivienda. El 38% restante seguirá igual que hasta ahora.

“La limitación de precios en los contratos de alquiler es una medida que sirve para aliviar los contratos que están en vigor, al suponer un respiro para los inquilinos que ya cuentan con un contrato que se renueva anualmente”, apunta María Matos.

Pero matiza: “Sin embargo, los efectos a medio y largo plazo son contraproducentes para el mercado de la vivienda. La otra parte implicada, los propietarios particulares, perciben la norma como desincentivadora al considerar que condiciona la hoja de ruta de su rentabilidad”.

Fruto de esta situación, lo que hacen es retirar la vivienda del alquiler de larga estancia o esperan a que finalice el contrato para aumentar el precio y recuperar el rendimiento perdido. ¿Consecuencia?

“Los nuevos inquilinos o colectivos vulnerables como los jóvenes que buscan vivienda por primera vez o que acceden al mercado se están encontrando con un alquiler cada vez más limitado en cuanto a oferta y menos dinámico en el que será muy difícil entrar”, concluye María Matos.