Esta es la casa más cara de Asturias: un palacio de cinco plantas con una torre del siglo XVI

El precio de la vivienda ha aumentado en España, sin embargo, Asturias se sitúa entre las regiones en las que menos ha subido el precio del metro cuadrado. Concretamente, en el Principado, el metro cuadrado se ha encarecido solamente un 1,5% en el último año hasta situarse en los 1.369 euros.

En consecuencia, aunque en Asturias hay casas ecónomicas en muchos concejos, también hay casas de lujo para los que deseen (y puedan) aumentar su patrimonio inmobiliario. Es el caso de un palacio de cinco plantas con una torre del siglo XVI, anunciado en Idealista por más de 3 millones de euros.

La casa más cara de Asturias

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El Palacio de Doriga

Es el caso de un palacio que se encuentra en venta en el concejo de Salas, una de las localidades donde más se ha encarecido el precio del metro cuadrado en el último año.

Tal y como indica el anuncio de Idealista, este palacio se vende por un precio de  3.450.000 euros, tiene un total de 1.892 metros cuadrados, 9 habitaciones y es considerado como una vivienda de lujo.

De hecho, en el anuncio hacen referencia a a que es una "autentica casa palacio histórica" y además, explican la historia de la vivienda. "Con su torre del siglo XIV, y casa histórica con gran patio, del siglo XVI, es una oportunidad única. Siempre ha sido una residencia familiar desde su construcción original. Ello ha permitido que aún se conserve sustancialmente en condiciones auténticas."

Además, desde la plataforma de Idealista explican que posee cinco plantas en total, la primera, de más de 500 metros cuadrados, con muchas de las estancias principales para vivir.

También indican que el palacio tiene 1.892 metros cuadrados construidos, sin contar el gran patio, de tal forma que son 3.136 metros cuadrados si se incluye el patio. Además, posee un gran edificio auxiliar (que habría que reformar por dentro), se llama "La Casina" y cuenta con 266 metros cuadrados en dos plantas.

También explican que es obra del prestigioso arquitecto Luis Bellido. Y además de la gran amplitud del propio palacio y el plato, hay más de 78.000 metros cuadrados de terrenos lo circundan. Sin embargo, explican que los extensos terrenos que acompañan a la propiedad no son actualmente edificables.

De la misma manera, indican que en alguna ocasión se estudió convertirlo en un hotel de lujo, que tendría 42 habitaciones, por lo que esta podría ser una posibilidad para aquel que adquiera el inmueble.

Son muchos los datos históricos que aporta Idealista sobre este palacio. De hecho, explican que esta casa palacio que fue del prestigioso economista y escritor asturiano Valentín Andrés Álvarez, de tal forma que permaneció desde 1883 hasta hoy en manos de la misma familia.

También indican que de aquí era Garcí Fernández de la Doriga, quien en 1378 representó a Salas en la Junta General de conceyos asturianos. Testigo de múltiples linajes son los diversos escudos: García de Doriga, Valdés, Tineo, Queipo de Llano, Quirós o Miranda.

El palacio sufrió reformas a lo largo del tiempo. Concretamente, explican desde Idealista que fue el suegro de D. Valentín Andrés y yerno de Fernández Bao, D. Indalecio Corugedo Fernández, quien llevó a cabo una reforma integral del complejo en los años finales del siglo XIX y los primeros del XX según el gusto de la época.

De estas modificaciones surgió el parque de estilo francés, el comedor modernista, o el grandioso baño traído de la Exposición Universal de París el año 1.900.

Es mucha la historia que alberga este lugar, pues desde la plataforma de venta y alquiler de viviendas se explica que, en época más cercana, Valentín Andrés Álvarez, discípulo de D. José Ortega y Gasset, recibiría innumerables amigos para amenas tertulias regadas con sidra elaborada en la propiedad, como Federico García Lorca. 'En el interior de su alto torreón, jugábamos una partida de billar', escribiría Benjamín Jarnés.

Si queremos fijarnos en la estructura arquitectónica del lugar, Idealista explica que "el palacio de Doriga cuenta con una torre cuadrada construida a finales del siglo XIV (fue una de las pocas torres que los Reyes Católicos no ordenaron tirar abajo para prevenir rebeliones nobiliarias) y un palacio del siglo XVI que se estructura alrededor de un patio con grandes columnas toscanas que sostienen el entablamento del corredor abierto del piso principal, en el que se desarrolla fundamentalmente la vida diaria."

"Nos encontramos, en definitiva, con un interesante conjunto, mantenido desde siglos como vivienda en manos particulares, lo que ha permitido que podamos admirar todavía, en buen estado de conservación, artesonados, suelos de madera y mobiliario originales del siglo XVI o intervenciones cualificadas con manifestaciones artísticas posteriores. El paso de los siglos y las continuas guerras no han supuesto ningún obstáculo para su pervivencia."