Si estás implicado en un accidente e tráfico en el que hay un retrovisor dañado de por medio, desconfía de las intenciones de los damnificados. Es el resumen que se puede extraer del mensaje emitido por los Mossos d'Esquadra, en el que alertan del regreso de un viejo fraude de las carreteras: el timo del retrovisor.
Bajo un teatro bien orquestado, los estafadores hacen creer al conductor que ha provocado daños en el otro vehículo y consiguen que la víctima abone en el momento una alta suma de dinero destinada a arreglar el falsificado daño del coche.
En primer lugar, los estafadores, dentro de un vehículo con una matrícula extranjera, se sitúan cerca de su víctima por carretera. Provocan un choque entre ambos vehículos de tal manera que afecte al lateral del vehículo y que parezca culpa de la víctima. Generalmente, suelen seleccionar a personas de avanzada edad sobre los que no ejercen ningún tipo de violencia, según los Mossos.
Al detener los dos vehículos, los timadores fingen tener mucha prisa y culpan del siniestro al conductor del otro vehículo. Una vez que han logrado engañar a la víctima aprovechando la situación de nerviosismo, llaman a una supuesta aseguradora, pero al otro lado del teléfono se encuentra un compinche.
El cómplice les pide que le pasen con el responsable del accidente, y cuenta al conductor que los trámites entre vehículos de diferentes países son lento y costosos, por lo que, para agilizarlo, se recomienda que se abone en efectivo la reparación. Este arreglo suele rondar los 1.500 euros. Para tranquilizarle, le miente diciéndole que el dinero avanzado le será devuelto por su seguro. Algo que nunca llegará a ocurrir.
Con toda la presión tras un accidente, los Mossos d'Esquadra han detectado que los estafadores han logrado convencer a varias víctimas para acomañarlas a un cajero y recibir el dinero de la estafa.
Por ello, recomiendan estar alerta y no pagar nada en efectivo a desconocidos, además de realizar los trámites propios de un accidente por el método convencional.