Ikea ha retirado sus famosos lapiceros de todas sus tiendas. Y no solo ha decidido dar portazo a su icónico producto, sino también a los metros de papel. De este modo, los compradores tendrán que acostumbrarse a comprar en sus tiendas sin ellos de manera paulatina, hasta que los establecimientos se queden sin existencias.
Tampoco será el fin del mundo, ya que la empresa sueca pone sobre la mesa una solución acorde con los tiempos que corren. Sustituye los utensilios manuales por su propia aplicación, descargable en dispositivos móviles.
La empresa ha justificado su desaparición con la sostenibilidad y con la utilidad. "Ganaremos en sostenibilidad y en la digitalización del proceso de compra", reza un mensaje en la intranet de la compañía dedicado a sus propios trabajadores, tal y como ha confirmado el medio La Información.
El 60 % no lo usaba
"Hace unos meses, realizamos una encuesta para conocer si habían cambiado los hábitos de consumo en nuestras tiendas y detectamos que más del 60% de nuestros clientes no hacían uso de nuestro icónico lápiz y reconocían utilizar su teléfono móvil o la web de Ikea para apuntar su lista de productos", han aclarado fuentes de la compañía a EL ESPAÑOL.
Este es el motivo que ha llevado a Ikea a retirar sus lápices. Además, añaden: "Hemos decidido retirar paulatinamente los lápices de nuestras tiendas siempre ofreciendo alternativas al cliente, como la app de IKEA que permite desde planificar la visita y crear una lista de la compra, hasta encontrar la ubicación de todos los productos una vez que se está en la tienda".
Aun así, saben que muchos clientes, hasta que se familiaricen con las nuevas tecnologías que ofrecen, seguirán reclamando su lápiz. "Somos conscientes de que los lápices forman parte de nuestra esencia de marca, por eso seguiremos ofreciendo en las tiendas un número limitado para aquellos clientes que nos los soliciten", han explicado a este medio.
El metro, por su parte, no tiene su remplazo en la aplicación, pero sí se puede encontrar de manera mucho más sencilla de la que se puede pensar. "Mucha gente no lee las etiquetas en las que se señalan las medidas del producto y coge el metro para medir algo que ya se indica", señala una dependienta al citado medio.