El coche eléctrico solo es una alternativa real de compra para el 10% de los futuros compradores españoles de un vehículo, con la falta de una red de infraestructura de recarga más amplia como una de las principales trabas. Además, para un 40% su elevado precio es otro de los grandes problemas para conseguir la generalización de este tipo de vehículos en el parque móvil, según la octava edición del estudio 'Españoles ante la Nueva Movilidad', realizado por PONS Seguridad Vial y Luike con la colaboración de Geotab, Wible, Moovit y ALD Automotive.
"El principal problema que se encuentra una persona que quiere adquirir un vehículo eléctrico es el precio y la estructura de carga", apunta Héctor David Rodríguez Rodríguez, secretario de la Asociación de Usuarios de Vehículos Eléctricos. "Normalmente suelen ser más caros que los vehículos de combustión, además, las ayudas del Estado son pocas y no se sabe cuándo se van a hacer públicas; cada año tienen unas condiciones distintas", añade.
4 de cada 10 no saben diferenciar un coche eléctrico
Los usuarios también señalan que el rango de autonomía de entre 100 y 200 kilómetros es suficiente para el usuario diario de un vehículo eléctrico. "Los conductores suelen hacer al día unos 80 kilómetros; aunque sí es cierto que en largas distancias pueden notar la ausencia de recargas rápidas en autopistas y carreteras", desliza Rodríguez Rodríguez. Por otro lado, cuatro de cada diez españoles tampoco son capaces de diferenciar entre un coche eléctrico puro, un híbrido y un híbrido enchufable.
No obstante, según el estudio, el 40% de los encuestados que desea adquirir un coche antes de un año reconoce estar interesado especialmente en la tecnología híbrida, por delante de los vehículos impulsados por gasolina (29%) y diésel (17%). "Una vez que entras en el mundillo del híbrido y te planificas bien los desplazamientos largos, los trayectos se pueden hacer sin problema", apunta el secretario de AUVE. Las posibles restricciones futuras a modelos de combustión en las principales ciudades continúa siendo una constante en lo que a intención de compra se refiere. Uno de cada tres encuestados reconoce que las medidas restrictivas aplicadas a los automóviles diésel y de gasolina por distintas administraciones han provocado un retraso en la decisión de compra.
Tesla, los más vendidos
Tesla es el fabricante que mejor consideración tiene entre los encuestados en cuanto a su compromiso medioambiental, así como en el apartado de desarrollo tecnológico. Por su parte, Volvo es la marca referente para los españoles en lo que a seguridad se refiere.
El Centro de Demoscopia de Movilidad, que también ha participado en el estudio, ha incorporado, por primera vez, la consulta a profesionales con capacidad de gestión sobre la flota de vehículos sobre la que operan sus empresas y el diésel continúa siendo la alternativa preferida para el sector (69%). Un 30% de las consultas prevé que se producirá una generalización de los vehículos electrificados en las flotas en un plazo no superior a cinco años. La poca autonomía (67%), el elevado precio (58%) y la falta de infraestructura de recarga (54%) también son las principales barreras para los profesionales.
En el caso de la moto, solo un 5% de los españoles muestra voluntad de realizar una compra en menos de un año. De ellos, un 64% afirma estar interesado en una unidad nueva, frente a un 9% que elegiría un modelo de segunda mano. Un 31% asegura también haberse planteado la compra de una moto eléctrica, el triple en comparación con el coche.