Si hay un sector con el que se está cebando la crisis del coronavirus este es el del automóvil. En cuestión de días, esta industria que supone casi el 10% del PIB en España y da empleo a cerca de 600.000 personas, se ha frenado en seco. Además, no solo la producción está detenida. También las ventas. Para conocer cómo están viviendo el día EL ESPAÑOL conversa con Raúl Palacios, presidente de Ganvam, la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos.
-¿Cómo afecta a la industria del automóvil el endurecimiento del confinamiento decretado por el Gobierno? ¿Se pueden seguir vendiendo coches por internet?
La venta de coches no es un servicio esencial. Hasta ahora las matriculaciones que se han realizado o las entregas que se han hecho han sido muy pocas y provenían de operaciones realizadas previamente. Los canales online pueden seguir cogiendo reservas, pero la entrega del vehículo exige un estándar de calidad por parte de las marcas que no todos los concesionarios pueden cumplir.
-¿Cómo han evolucionado las ventas en los últimos días?
-En la primera quincena de marzo, hasta el día 13, las ventas de coches ya tenían un comportamiento malo. Aproximadamente se estaban comercializando una media de 3.170 coches al día. Sin embargo, esta cifra ha bajado hasta las 733 unidades al día en la tercera semana. En la última semana de marzo las ventas eran de 355 unidades.
-¿Y en abril? ¿Qué estimaciones barajan?
-Las ventas de abril disminuirán prácticamente a cero.
-¿Completamente a cero?
-Hay que pensar que esta paralización será hasta como mínimo hasta Semana Santa. Así que suponiendo que volvemos a la normalidad, estaríamos hablando de unos diez días hábiles de ventas que al ritmo anterior podrían dar como mucho entre 3.000 y 5.000 coches.
EL PEOR DATO DE LA HISTORIA
-¿Es el peor dato de la historia? ¿Recuerdan cifras peores?
-No recordamos un mes tan malo en la historia, al menos desde que tenemos datos de principios de los 80, es la peor cifra en décadas. Es un parón absoluto.
-¿Cuántas personas estarían afectadas?
-El número de empleados relacionados con la distribución del automóvil es de 250.000 trabajadores de forma directa y alrededor de 400.000 los indirectos.
-¿Podría ocurrir un desabastecimiento en el automóvil? ¿Cuándo recuperemos la actividad habrá coches para vender?
-Es difícil calcular cuántos coches puede haber en stock ahora mismo en España. La red de distribución cuenta con un stock de entre dos meses y dos meses y medio. Por lo tanto, estaríamos hablando de entre 180.000 y 200.000 coches en las campas de los concesionarios. A ellos habría que sumar los coches que están en las campas de los fabricantes. Por lo tanto a día de hoy sí ha stock suficiente, pero habrá que estar pendientes de cuándo se ponen en funcionamiento las líneas de fabricación para no encontrarnos con una ruptura del stock a 3 o 4 meses vista.
-¿Esta crisis sanitaria ha acelerado la reconversión en los concesionarios?
-Lo que sin duda ocurre es que cada vez se está produciendo una mayor concentración en la venta. Es algo que viene determinado por la política marcada por los fabricantes y por la situación del mercado. La rentabilidad es menor, así que se necesitan menos contratos pero con mayor volumen de ventas. Ahora habrá que ver qué pasa después de la crisis y si los fabricantes van a seguir esta tendencia.
-¿Retrasará el coche eléctrico el coronavirus?
-A ver qué pasa con la descarbonización y si vamos a tener que seguir cumpliendo con los límites de emisiones de CO2 establecidos, ya que quizás haya que vender sobre todo este tipo de modelos que son más rentables. Cambiarán muchas cosas.
-¿Recuperaremos los niveles de ventas anteriores al coronavirus?
-La recuperación dependerá las medidas de estímulo económico y de las medidas de estímulo al consumo. Habrá que ver también cómo estaremos desde el punto de vista sanitario en los próximos meses. Hay que tener en cuenta que la venta de vehículos es un proceso emocional. Y si las existen circunstancias de incertidumbre o miedo, es muy difícil que las personas tomen la decisión de cambiar de coche. Pero sin duda este período pasará factura.
-¿Qué les parece las últimas medidas adoptadas?
-El Gobierno es el único que puede dotar a la económica de confianza y realizar unas medidas creíbles, que se puedan aplicar en la realidad. El empleo no se puede proteger por ley, ni por decreto y el Gobierno tiene que ayudar a reactivar la economía. Por ejemplo, los ERTES que se han presentado también tienen que tener flexibilidad para que los trabajadores se incorporen con progresividad. Hay que tener en cuenta que la actividad puede tardar en recuperarse. Si no es así, puede tener el efecto contrario.