Desde el próximo 1 de enero BBVA cobrará una comisión de dos euros a sus clientes por cada importe inferior a 2.000 euros que se retire en ventanilla. Una comisión que ya cobra CaixaBank por retirar efectivo en ventanilla, aunque en este caso las cuatro primeras operaciones están exentas según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).
Según establece el propio Banco de España, el servicio de caja, entendido como sacar e ingresar dinero, disponer de saldo mediante cheque y atender recibos, ya se retribuye a través de la comisión de mantenimiento. En este sentido, la OCU va a realizar una consulta al Banco de España para que se pronuncie sobre la procedencia de esta nueva práctica.
El objeto de esta comisión es desincentivar las operaciones en ventanilla en favor del uso de cajeros automáticos por el ahorro de costes que supone para el banco. Pero la realidad es que este tipo de prácticas resulta un elemento más de exclusión financiera de muchas entidades hacia las personas mayores y consumidores vulnerables, que deben enfrentarse a problemas sensoriales, cognitivos y de movilidad que dificultan o impiden situaciones aparentemente sencillas como extraer dinero de un cajero, lo que ocasiona importantes inconvenientes en la vida cotidiana de muchos consumidores.
La pasividad del Gobierno en el ámbito de la exclusión financiera a mayores y vecinos de poblaciones sin oficina bancaria la denuncia la OCU, que sigue aguardando algún tipo de respuesta a las cartas enviadas el pasado mayo a los ministerios de economía, consumo, derechos sociales y transición ecológica solicitando, entre otras cosas, que el servicio bancario físico se considere como “servicio básico y universal” y el Estado garantice que llega a toda la población, igual que las telecomunicaciones o Correos.