La tarea, a priori, parecía sencilla: probar Express, el nuevo servicio de Dia para llevarte la comida a casa en tan solo una hora. La idea, por tanto, era hacer el pedido lo más rápido posible, escribir, contar la experiencia y dedicarme a otros menesteres. Pero, a posteriori, el trabajo resultó ser más complicado de lo que esperaba. A las 12:00 horas, intenté por primera vez comprar en la web del supermercado. No lo conseguí. Horas más tarde, repetí el proceso registrándome de nuevo con otra cuenta. Pero nada, imposible: la web, en ambas ocasiones, no me permitía avanzar de la pantalla de ‘Dirección de entrega’. Finalmente, tras dos llamadas a atención al cliente, a las 18:00 horas aproximadamente, pude pagar. A las 19:00, y tras todo el proceso, el súper me llamaba para comunicarme que no iban a poder entregarme los productos solicitados por una incidencia en algunas tiendas. Increíble, sí, pero cierto. La odisea, sin duda, merece ser contada.
Precisar, antes de entrar en detalles, que no tengo absolutamente nada contra Dia. Todo lo contrario. He sido fiel a sus precios reducidos y descuentos desde que, con 18 años, llegué a Madrid para estudiar Periodismo. Incluso me hice socio del Club Dia. De hecho, a día de hoy, todavía acudo al que tengo cerca de casa. Sin embargo, mi experiencia con Dia Express no ha sido todo lo satisfactoria que se pudiera esperar. De hecho, ha sido todo un dolor de cabeza. Vayamos, no obstante, por partes...
Lo primero que te pide Dia para utilizar su servicio es registrarte en su página web con un correo electrónico y una contraseña. No tiene mayor complicación. A continuación, puedes iniciar la compra. Arriba, a la derecha, aparece la pestaña de compra Express. ¿La promesa? Tener los productos en casa en apenas 60 minutos y con un horario extenso para poder pedir (de lunes a sábado entre las 9:30 y las 20:30 horas, y los domingos hasta las 16:00). Algo que, a día de hoy, no ofrece ningún otro supermercado. Un lujo, sin duda, en tiempos de cierres perimetrales, confinamientos domiciliarios y cuarentenas por el coronavirus.
Compras pequeñas
Accedemos a la sección de compras y lo primero que hacemos es visitar cada una de las secciones: platos preparados; frescos; charcutería y quesos; alimentación; desayuno, dulces y pan; lácteos y huevos; productos sin gluten, congelados y helados; bebidas; bebé, perfumería e higiene; droguería y limpieza; y mascotas. Hay, en definitiva, más o menos de todo.
Pero, eso sí, no en todos los formatos. Me veo obligado a comprar cuatro bricks de leche individuales de la Asturiana porque no hay packs de seis disponibles. Y hacemos lo propio con las latas de Coca-Cola: las adquirimos individualmente ante la imposibilidad de optar por los tradicionales packs de seis. Sin duda, la oferta es mejorable: Dia apuesta en este servicio por su marca blanca y saca del catálogo muchas de las marcas que sí están disponibles en sus establecimientos (tomate frito Orlando, por ejemplo).
La sensación, de primeras, es que Dia pretende que sus clientes hagan compras pequeñas con su servicio Express. Quizás, por eso, incluye muchos de sus platos preparados y formatos pequeños. Nosotros, no obstante, compramos lo urgente: papel de cocina en rollo (2,89€), friegasuelos (1,09€), papel higiénico –por si nos confinan de nuevo– (3,99€), gel de ducha Sanex (1,95€), tres latas de Coca-cola (1,95€), un paquete de pasta gallo (0,99 euros), tres latas de atún Calvo (3,59€) y cuatro bricks de leche Asturiana (3,16€). En total, 24,51 euros (con 4,90 euros de gastos de envío –3,50 si la compra es superior a 30 euros–).
Error en la web
Vamos a la cesta de la compra y pinchamos en ‘Tramitar pedido’. Dia nos sugiere algunos productos más antes de avanzar –por si nos hubiéramos olvidado de algo–, nos ofrece la posibilidad de canjear algún código de socio y nos pide nuestros datos personales y la dirección donde entregar el pedido. Hasta ahí, todo en orden. Pero, en ese momento, comienza nuestra particular odisea.
Incluimos en la web todos los datos que nos pide Dia, pero no conseguimos avanzar hasta la página de pago. ¿Por qué? En teoría, porque no hemos rellenado alguno de los campos marcados con asterisco; en la práctica, todos los datos están incluidos –incluso llego a rellenar aquellos huecos donde no hay asterisco–. No importa. No me deja avanzar.
Lo primero que pienso es que se trata de un error, que tienen algún problema en su página web, así que decido intentarlo más tarde. Pero nada. Cambio de ordenador y tampoco hay manera. ¿Y qué hago? Registrarme de nuevo con otra cuenta de correo electrónico. Da igual. No hay suerte. Abandono y decido probar suerte después de comer.
Por la tarde, vuelvo a realizar el proceso y el fallo persiste. Decido, entonces, llamar a atención al cliente. Me atienden, todo hay que decirlo, perfectamente. Me indican que vaya a mi perfil e introduzca mis datos y que pruebe. Sigo, por tanto, sus instrucciones. Pero, de nuevo, no soy capaz de pasar de la página de ‘Dirección de entrega’.
Vuelvo, de nuevo, a llamar a atención al cliente y el trato vuelve a ser inmejorable. Dia entra en mi cuenta, modifica mis datos y consigue que, por primera vez desde las 12:00 horas, pueda pagar la compra. Y eso es lo que hago. Por fin lo he conseguido. O eso creo…
Son las 18:00 horas y la compra debe llegar sobre las 19:00. Pero nunca lo hace. Minutos antes de la hora de entrega, me llaman desde Dia para disculparse. “Hemos tenido una incidencia en nuestras tiendas y no vamos a poder entregarle su compra”, me dicen. A cambio, me ofrecen devolverme el dinero –qué menos– y un cupón de descuento como compensación.
Son las 19:00 horas. Aviso en casa: “Hay que ir al supermercado, la compra no va a llegar”. ¿Cómo? “Sí, han tenido un problema”. ¡Y menudo problema! Dia anunció la inauguración de este servicio el pasado 30 de octubre. Este miércoles, ha fallado. Puede ser casualidad, pero...
Desde luego, hay que precisar que el servicio no está diseñado para que el cliente haga una gran compra, pero, si funciona, es altamente recomendable para ser utilizado en cualquier urgencia. Permite pedir platos preparados que te pueden salvar una comida o una cena, tener papel higiénico en casa rápidamente o adquirir productos básicos para hacer platos sencillos (pasta, arroz…). Pero, eso sí, si funciona. Yo no tuve esa suerte. Espero que ustedes sí. Por su bien, pero también por el de Dia.