Ha llegado el último día del 2020. Un año marcado por la pandemia de la Covid-19, que nos ha cambiado la vida. Los ciudadanos ya son expertos en mascarillas o geles hidroalcohólicos; el teletrabajo, para muchos, se ha vuelto un modo de vida; o, por desgracia, la crisis que ha provocado el coronavirus está haciendo que muchos españoles lo estén pasando mal. Sin embargo, nos encontramos a las puertas de 2021, cargado de esperanza y de ilusión representada en forma de vacuna, que contribuirá a poner fin a la pesadilla. Pese a todo, hay cosas que no cambian. Una de ellas es que Mercadona, un año más, ha puesto en el mercado hasta seis platos especiales para las cenas y banquetes navideños.
Por ello, en EL ESPAÑOL, de nuevo, nos hemos animado a probar los platos que este año vende el supermercado valenciano para la cena de Nochevieja o la comida de Año Nuevo. De hecho, hemos pagado 84,40 euros en una comida para cinco personas. Y, como avance, podemos afirmar que es una solución “bastante conseguida para una cena navideña”, según la opinión de José Antonio, un cocinero de profesión que ha probado tres de los seis platos a los que ha podido tener acceso este diario.
La razón: los encargos de los platos del Listo Para Comer especial de Navidad se cerraron el 26 de diciembre y sólo estaban disponibles para comprar —sin encargo— medio cochinillo asado por 55 euros; un plato de carrillada en salsa de vino tinto por 12 euros y una bandeja con 18 canapés que ha costado 9 euros. Pero, vayamos poco a poco y no se alarmen si no han realizado su pedido con antelación. Según explica Mercadona, “los días 30 y 31 de diciembre podrá adquirir los platos directamente en la sección de Listo para comer”. Eso sí, puntualizan, “en función de existencias”.
Por ello, este diario ha acudido pronto, en la mañana de este miércoles, para poder probar todos los platos posibles especiales de Navidad de Mercadona. Concretamente, el reloj marcaba las 10 y media de la mañana de un inusual día soleado de diciembre cuando accedimos al supermercado. Una vez allí, este medio ha podido comprobar que la superficie estaba hasta arriba de clientes que han dejado para última hora lo que necesitan para sus cenas navideñas. Pero bueno, había que probar suerte y acudir a la sección del Listo para comer.
En el Mercadona
—Hola, ¿os interesa alguno de los platos navideños que acaban de llegar para la cena de Nochevieja?— pregunta, en clave de promoción, una trabajadora de Mercadona, perfectamente protegida con su mascarilla, guantes, delantal y gorro.
—Sí, justo es lo que estaba buscando. ¿Qué tenéis?
—Si no vienes por encargo, nos queda medio cochinillo asado, un plato de carrillada en salsa de vino tinto y una bandeja de 18 canapés, que sirven como entrante.
—Genial. Pues póngamelo todo.
Acto seguido, este diario también pide 12 croquetas (0,70 euros la unidad) que, pese a no ser especiales de Navidad, tenían buena pinta y podrían servir como complemento, ya que no estaban disponibles —al menos en el Mercadona visitado— los otros tres platos navideños. Estos son: una paletilla de cordero lechal (18 euros); un lomo de cerdo relleno con cerdo picado, pistachos, panceta, orejones, ajo, perejil y brandy (25 euros); y un pollo de corral relleno de pollo picado, orejones, ciruela, trufa, foie, tocino, brandy y especias (30 euros).
Tras recoger el paquete, pasamos por caja y la trabajadora de Mercadona cobra 84,40 euros. ¿En qué? Medio cochinillo asado, por 55 euros; un plato de carrillada en salsa de vino tinto, por 12 euros; una bandeja con 18 canapés, por 9 euros y; una docena de croquetas, por 10,40 euros. Y a casa. Ha sido todo rápido y a las 11 y media ya estaba toda la comida sobre la mesa de la cocina. Sólo faltaba esperar 30 minutos antes de comer para rematar la comida y probar este curioso menú.
El horno a 220 grados
Tic, tac. La mañana transcurre lenta, pero no aburrida. Y, a las 14:15, los cinco comensales que nos vamos a congregar en la mesa nos ponemos manos a la obra para rematar la faena. Tal y como indican las instrucciones de Mercadona, precalentamos el horno a 220 grados sin grill. Una vez el electrodoméstico ha alcanzado la temperatura adecuada, introducimos en el horno, en una bandeja, el cochinillo, que viene con patatas panaderas y cebollitas como guarnición. En 30 minutos, promete la entidad de Juan Roig, estará listo.
A falta de cinco minutos, hacemos lo propio con el plato de carrillada en salsa de vino tinto (para un comensal y 12 euros). En este caso, el plato precocinado sólo se tiene que calentar durante el citado tiempo en el microondas. Los canapés son fríos, con que se saquen de la nevera “una antes de consumir”, valdría, indican las instrucciones que Mercadona adjunta a los clientes que se lleven estos platos.
Y, por fin, llegó la hora la verdad: la cata. Colocamos todos los platos ya listos en la mesa del comedor y, alrededor de ella, hay cinco comensales. Uno de ellos es José Antonio, cocinero de profesión, así que todos estaremos muy atentos a su opinión experta sobre los platos precocinados de Mercadona en su edición especial de Navidad 2020.
La valoración
“La verdad, me sorprende mucho el cochinillo, porque no es fácil que la piel quede bien crujiente y el interior tierno. Y menos en un plato precocinado, pero Mercadona lo ha conseguido. El sabor, evidentemente, no es perfecto: le falta sal, pero está muy conseguido”, indica el cocinero José Antonio, bastante sorprendido. “Es una solución bastante respetable para la gente que no quiera —o no sepa— asar un cochinillo para la cena de Nochevieja”, opina.
Los canapés, sin embargo, no han tenido tan buena valoración. Tanto el cocinero como los otros comensales coincidimos en algo: “Sus rellenos están ricos y frescos y sirven bien como entrantes, pero el pan, waffle —o masa— donde vienen deja mucho que desear”. Pero, ¿en qué consisten exactamente?
Pues bien, son dos waffles con mousse de piquillo, gamba y atún desmigado; dos waffles con ganache de foie, manzana caramelizada y huevo hilado; cuatro unidades de tartaleta cuadrada de queso crema con salmón ahumado y toque de eneldo; dos unidades de tartaleta cuadrada de hummus con polvo de aceituna negra y pimentón de la Vera; dos unidades de tartaleta negra con sobrasada, miel y piñones tostados; dos unidades de tartaleta negra con crema de trufa y virutas de cecina; dos unidades de tartaleta Mantequilla con mousse de salmorejo, huevo duro y jamón ibérico; y, por último, dos unidades de tartaleta Mantequilla con crema de Stilton y mango Crispy.
La carrillada en salsa de vino, por su parte, “estaba sosa de sal, pero se puede arreglar fácil”. De hecho, “es algo interesante, ya que muchos comensales pueden ser hipertensos, así que no pasarse de condimento es positivo”, explica el experto culinario. “Siempre se le puede echar más sal”, opina otra asistente a la particular cata.
Pero, en definitiva, este diario se queda con la opinión del experto: “Comer cinco personas por 84 euros un menú que viene prácticamente hecho es muy asequible. Los productos tienen buena relación calidad-precio y me sorprendió, en especial, el cochinillo”. Eso sí, “si el comensal espera que sepa igual al de Casa Cándido [uno de los restaurantes segovianos más tradicionales y especialistas en el cochinillo asado], aún queda mucho camino por recorrer”, se ríe José Antonio.
Pese a todo, lo que está claro es que para aquellas personas o familias que no quieran —o no puedan— cocinar para Nochevieja o Año Nuevo, es un menú “muy decente”. Eso sí, si no ha realizado el pedido, vaya cuanto antes, porque las existencias de “compra directa” son limitadas.