'Doblar tus posibilidades. Despliega nuevas maneras de expresarte'. Son las promesas de un nuevo dispositivo que pronto empezará a sonar y a llenar ríos de tinta (digital): el Samsung Galaxy Z Flip3. Es un teléfono inteligente y versátil pero, sobre todo, es un salto al futuro en cuestión de prestaciones y de diseño. Un modelo disruptivo que asume, tal vez por primera vez en la historia de la telefonía móvil, que el protagonista es la persona y no el terminal y, por eso, se reinventa para adaptarse a las rutinas y al estilo de vida de los usuarios.
El diseño es totalmente disruptivo. En un mercado en el que proliferan los dispositivos con pantallas cada vez más grandes, lo que repercute lógicamente en sus dimensiones, el Galaxy Z Flip3 se percibe como un móvil minimalista, con un tamaño ultracompacto que apenas ocupará espacio en el bolsillo. Fin al incordio de tener guardado el smartphone con la cartera, las llaves, monedas…
Sin embargo, la sorpresa es que pese a las apariencias, este teléfono se despliega cómo y cuándo lo necesites. Y ahí es cuando se revela su auténtica naturaleza, la de reinventar la manera de relacionarnos con un dispositivo que nos lleva a una nueva dimensión en prestaciones y lleva a otro nivel acciones tan cotidianas como una videollamada, hacerse un selfie o ver tu serie favorita. El límite lo pone tu imaginación.
Abierto, el Samsung Galaxy Z Flip3 posee una pantalla de 6,7” que alumbra con precisión uno de los terminales más potentes en la actualidad. Su sistema Dynamic AMOLED 2X permite una visualización de extrema calidad con el mayor nivel de brillo, contraste y colores en un dispositivo plegable. Además, alcanza los 120Hz, lo que se traduce en transiciones más suaves que nunca y un desarrollo de juegos visualmente impecable con el menor gasto de batería.
Pero esta gran pantalla y la posibilidad de doblarse ofrecen funcionalidades inéditas que aprovechan estas características y que hacen que el dispositivo se sitúe casi en la liga de los ordenadores personales. Por ejemplo, con la opción de recurrir a la multipantalla para desplegar dos aplicaciones de forma simultánea, por ejemplo: ¿ver una película mientras escribes un whatsapp? Pues a partir de ahora es posible gracias a este diseño que marca un antes y un después en este sector.
Además, el terminal introduce el denominado 'modo Flex'. Si la capacidad de plegarse ya aporta una versatilidad extraordinaria, este modo amplía aún más el abanico porque deja elegir al usuario el ángulo que más le convenga, entre 75º y 115º, para la aplicación en uso y adapta el contenido a la parte superior y los controles a la parte inferior. Las implicaciones de este sistema son casi infinitas: desde contemplar contenidos audiovisuales sin necesidad de apoyo extra a hacer una foto sin necesidad de trípode.
En el terreno de la fotografía, este tipo de pantalla también introduce nuevas oportunidades para el aficionado e incluso para el profesional. Tanto unos como otros, e incluso para los que piensan en subir sus mejores instantáneas a las redes sociales, tienen en el Galaxy Z Flip3 un aliado imprescindible, el ayudante de cámara perfecto. Por una parte, por la calidad de sus lentes, claro; pero también por el juego que da la gran pantalla, con sus diferentes posiciones y por la posibilidad de aprovechar otra de las sorpresas inesperadas que esconde este modelo.
Realmente, es incorrecto decir que “esconde” esta sorpresa porque solo con coger el terminal ya se está palpando otra de las grandes novedades del móvil: la pantalla exterior de 1,9” con la que hacer las acciones más habituales sin necesidad de desplegar el teléfono. Por ejemplo, se pueden atender llamadas, leer mensajes, controlar sonido y brillo y controlar distintos widgets de música, alarma, tiempo, etc.
Por supuesto, el resto de detalles más convencionales se han cuidado con mimo tanto en diseño como en acabados. Así, la característica silueta del teléfono presenta una estructura tan ligera como poderosa frente a cualquier eventualidad. Es un modelo hecho para durar, fabricado con el aluminio más resistente visto hasta ahora en un smartphone y capaz de soportar hasta 200.000 aperturas/cierres.
La resistencia también es seña de identidad de las pantallas, hechas de cristal Gorilla Glass Victus con un plus de resistencia ante arañazos. Hay una mala noticia: si se cae al agua no flota... pero ¡no se asusten! Tampoco pasará nada: está dotado con el protocolo IPX8 que asegura su capacidad de disfrutar de contenido multimedia incluso sumergido.
En su interior encontramos buena parte de los argumentos que explican este potencial. Está dotado de un procesador de 5nm, RAM DDR5 que facilita la puesta en marcha de cualquier aplicación de la manera más óptima y eficiente posible. Eso, unido a su sonido, 50% más potente gracias a sus altavoces estéreo con Dolby Atmos, y a su conectividad 5G hiperrápida, configura un smartphone que sorprende sea cual sea su uso.
Y si todo este catálogo de prestaciones parece comprometer la duración de la batería, nada más lejos de la realidad. La tecnología que Samsung ha dispuesto en su Galaxy Z Flip3 permite una mayor capacidad de uso, un mejor rendimiento general, y una carga y descarga más estable que, además, ayuda no solo a optimizar la temperatura sino que favorece la vida útil de la misma.
Versatilidad, prestaciones, diseño y personalidad. Todo ello al servicio del día a día y pensando en ofrecer de una manera desenfadada el potencial para que todo un mundo de posibilidades sigan acompañándonos en el bolsillo.