Cuando tenemos sed, lo mejor es un vaso de agua. Y, aunque no la sintamos, es necesario beberla, pues es el mayor componente del cuerpo humano. Se recomienda ingerir entre 1,5 y 2 litros de agua al día. Sin embargo, ésta puede sustituirse por alimentos con alto contenido hídrico. El agua, del grifo o embotellada, cumple la función de hidratarnos, pero ¿cuál de las dos es mejor opción?
Desde la OCU, la Organización de Consumidores y Usuarios, se han realizado diversos informes para averiguar qué tipo de agua es la ideal para el consumo humano. Según sus estudios, la del grifo es la mejor opción, pues es un agua de gran calidad y no tiene contaminantes en la mayoría de las ciudades españolas. Sin embargo, son muchos los usuarios que eligen consumirla embotellada. Normalmente, son el sabor o la dureza, los que hacen que la gente se decante por un formato u otro.
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Cuando hablamos de agua embotellada solemos referirnos a ella como "agua mineral". Pero esto no es exactamente así, pues en el mercado se pueden encontrar distintos tipos de aguas envasadas. Podemos distinguir tres variedades:
En primer lugar, el agua mineral natural. Se trata de agua subterránea, pura en origen. Su composición mineral es constante, siempre la misma. Las aguas minerales deben presentar análisis periódicos para demostrar la constancia de su composición. En segundo lugar, encontramos el agua de manantial, también es agua subterránea, pura en origen. Su composición mineral no es constante, puede variar. Sólo deben ser analizadas una vez antes de comercializarse. Por último, aguas preparadas. Agua que se ha tratado (para hacerla potable, por ejemplo), o aguas de abastecimiento público preparadas: son aguas del grifo envasadas que se suelen usar para suministro público en cortes de agua por averías u otras circunstancias.
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La peor ciudad
De entre los 62 municipios analizados por la OCU, 19 tienen una calidad del agua muy buena, 36 la tienen buena y solo 7 necesitan medidas de saneamiento. Dicho informe otorga las mejores notas a las ciudades de Burgos, Vigo, San Sebastián y Las Palmas. Utilizar el agua de grifo en estas ciudades para beber y cocinar supone un ahorro de más de 440 euros al año. A pesar de la fama del agua madrileña, la cañí no se sitúa en el podio de las mejores aguas del grifo.
En cuanto a las peores, Zaragoza, Palma de Mallorca, Ciudad Real, Barcelona, Huelva o Logroño, se sitúan en los puestos más bajos. En estos lugares, la OCU recomienda comprar agua embotellada. Esto se debe a que, a pesar de ser potable, sus composiciones requieren mejorar. En el caso de Palma de Mallorca, el agua es muy dura y fuertemente mineralizada, mientras que en Ciudad Real se han detectado trihalometanos y en Zaragoza un elevado número de microorganismos coliformes y aerobios, bacterias perjudiciales para la salud.
Sin embargo, en Barcelona, Huelva y Logroño el problema radica en la escasa desinfección del agua. En estas ciudades se ha detectado la presencia elevada de microorganismos aerobios, pero no ha quedado claro si el problema procede de la planta de tratamiento o de cualquier punto del recorrido, como puede ser el arrastre de las tuberías.