Tal y como están los precios actualmente, la mayoría de españoles nos tenemos que esforzar en aprovechar al máximo todo tipo de ofertas y promociones que ofrecen los supermercados. Sin embargo, hay ocasiones que ni haciendo malabares es posible conseguir ahorrar unos céntimos. De hecho, tras un año y medio de subida de precios, especialmente agravada en el inicio de este 2023, son muchos los productos que han sufrido un notable incremento.
Tras la bajada del IVA en enero, el alza de los precios continúa su curso. Los datos del INE reflejan que los precios del supermercado alcanzan récord de la serie histórica a pesar de la moderación de la inflación. Por ejemplo, el arroz cuesta un 21,9% más; el aceite se ha encarecido un 31%; la leche y lácteos casi un 26%; y uno de los productos que más se ha disparado es el azúcar, que alcanza una subida de casi un 50%.
Sin embargo, productos como la fruta fresca gozan de una bajada de precios gracias al aumento de la oferta por las mejores cosechas y al retroceso del consumo de determinadas variedades.
Alimento |
Variación de 2022 a 2023 |
Arroz | 21,9% |
Aceite de oliva | 31% |
Azúcar | 44,9% |
Agua y refrescos | 13,7% |
Café | 13% |
Carne vacuno | 8,6% |
Carne porcino | 15,7% |
Cereales | 13,4% |
Frutas | -4.2% |
Huevos | 13,1% |
Legumbres | 11,3% |
Leche | 25,6% |
Patatas | 27,8% |
Pan | 15,2% |
Ante esta problemática, el gobierno ha buscado frenar el aumento de precios en los productos básicos mediante una rebaja del IVA, que se considera su medida estrella. Además, como complemento, se implementó un cheque de 200 euros destinado a las familias vulnerables.
Sin embargo, ante la insuficiencia de estas medidas implantadas, los consumidores han respondido de manera lógica, buscando reducir el gasto en alimentos. Además, han optado por productos de marca blanca, que son más económicos que el resto.
Asimismo, la crisis de inflación ha llevado a renunciar a productos frescos y optar por alimentos congelados, que son más asequibles y duraderos. Por último, todo esto ha llevado a una disminución en el volumen de ventas de los principales supermercados.