El sistema de distintivos medioambientales creado por la Dirección General de Tráfico lleva vigente en nuestro país del año 2016. Sin embargo, es importante recordar que no fue hasta 2021 cuando esta clasificación de vehículos en función de sus emisiones comenzó a cobrar más importancia. El distintivo ambiental permite clasificar a los turismos en función de su eficiencia energética, teniendo en cuenta el impacto medioambiental de los mismos. En base a este criterio, los coches pueden no tener etiqueta o contar con las etiquetas B, C o ECO.
Sin embargo, el sistema tal y como se le conoce hoy en día podría tener los días contados. Y es que, la OCU ha pedido a la Dirección General de Tráfico (DGT) que modifique antes de finales de 2024 el sistema de etiquetas ambientales de los vehículos para priorizar a los coches con menos emisiones contaminantes ante el establecimiento a lo largo de este año de las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) en ciudades 149 municipios de toda España.
El motivo no es otro que la OCU considera un "error" seguir priorizando la tecnología del motor de los vehículos en vez de las emisiones reales. Y por ello, considera que el actual sistema de etiquetado "ha quedado desfasado". A través de un comunicado, el organismo ha calificado el sistema como "injusto" para todos los conductores que no pueden comprar un coche eléctrico por su mayor coste frente al resto. Y es que, bajo su criterio, mantener este sistema implicaría una mayor dificultad para los consumidores el hecho de poder entrar a las nuevas zonas de bajas emisiones.
El comunicado llega meses después de confirmarse que los municipios de más de 50.000 habitantes están obligados a poner en marcha las denominadas Zonas de Bajas Emisiones (ZBE), de acuerdo con la nueva Ley de Cambio Climático. Siguiendo esta normativa, los Ayuntamientos podrían prohibir la entrada al centro de las ciudades a los coches que más contaminan.
En este sentido, la OCU apuesta por un cambio radical del sistema de etiquetas tal y como se conoce en la actualidad. Además de lo anteriormente mencionado, el organismo reclama a las administraciones que construyan aparcamientos disuasorios en los límites de las ZBE gratuitos y bien conectados con el centro a través de transporte público; una amplia red de carriles bici protegidos y conectados entre sí; la peatonalización de las zonas históricas y comerciales, así como con la intermodalidad entre los diferentes medios de transporte.
[El sistema revolucionario de la DGT que permite llevar la documentación del coche en el llavero]
Entre los motivos que ha expuesto la OCU, se encuentra el hecho de que los coches más vendidos de motor de combustión tienen nivel de emisiones durante su ciclo de vida similar o incluso menor que la mayoría de los Mild hybrid y que los híbridos más grandes y potentes.
Por ello, el organismo pide ahora cambiar el sistema de etiquetas para priorizar los que de verdad emitan menos contaminantes puesto que los más vendidos con motor de combustión y etiqueta C generan menos emisiones que "buena parte de los vehículos 'Mild Hybrid' y que algunos de los híbridos más grandes y potentes", con etiquetas Eco o Cero.
El estudio publicado por la OCU ha analizado las emisiones durante el ciclo de vida de un vehículo desde su fabricación, uso, mantenimiento y su reciclaje 16 años después tras recorrer 240.000 kilómetros. Tal y como expone, el coche más vendido con motor diésel en España durante la primera mitad de 2023 fue el Audi Q3 (Etiqueta C) emite en su versión 35 TDI 48,9 toneladas de CO2.
Por su parte, el Jeep Wrangler 4xe 280 kW híbrido enchufable (Etiqueta Cero) suma 54,8 toneladas de CO2 y el Audi RS Q8 Mild hybrid (Etiqueta Eco) alcanza las 106,8 toneladas de CO2.
Tras publicar estos datos, la OCU ha asegurado que los únicos motores que garantizan menos emisiones son los de los vehículos 100% eléctricos. Sobre el resto, el organismo considera que debería valorarse las emisiones medidas en su homologación, un dato público muy fácilmente comparable, también para los híbridos enchufables.